La directora del Banco Nación, la mendocina Patricia Fadel, admitió que fue una decisión política del más alto nivel negarle al gobierno de Mendoza la posibilidad de usar un sobregiro de 200 millones para completar el pago de sueldos.

Fadel que proviene del sector del expulsado operador presidencial Juan Carlos Mazzón, confirmó así la venganza personal de Cristina Kirchner contra el gobernador de Mendoza por haber avalado junto a los sectores mayoritarios del PJ, un cierre de listas que relegó a La Cámpora.

La Presidenta no dudó en utilizar a la administración mendocina como rehén y trató de boicotear el pago de sueldos de los empleados públicos de esa provincia que insumen un costo mensual de 1.000 millones de pesos.

En un lunes furioso, todo quedó blanqueado. Luego de las declaraciones de Fadel, confirmando el anticipo de LPO, el precandidato a gobernador por el ultrakirchnerismo, Guillermo Carmona, acusó a Paco Pérez de tensar la cuerda y justificó el accionar de la Casa Rosada, aunque aclaró que la responsabilidad de tener el dinero para pagar los sueldos “es de Mendoza”.

El problema es que el Banco Nación es el agente financiero de la provincia y la negativa a usar el sobregiro no sólo es inédita sino que no responde la mínima lógica bancaria.

Pero si quedaba alguna duda de que todo responde a una directiva de Cistina para lograr que Paco Pérez renuncie a su candidatura a diputado nacional –en un mensaje que intenta enviar al resto del peronismo, ante la inminencia de los cierres de listas-, Carmona fue transparente. Acusó a Pérez de no ocuparse de gobernar “por estar pensando en una salida personal en función de sus intereses particulares”.

La respuesta de Paco

Desde el Gobierno provincial respondieron con una amenaza: Se analiza revocar al Banco Nación como agente financiero de la Provincia y abrir el juego a entidades privadas. Se trata nada menos de una cuenta de 50.000 millones de pesos anuales para la entidad estatal, que se encarga de recibir los impuestos provinciales, las transferencias por coparticipación y demás aportes del Estado nacional a la Provincia.

A su vez, tiene una cartera de más de 100.000 cuentas sueldos, tal el número de empleados estatales que hay en Mendoza.

Mientras la sintonía entre Paco Pérez y Cristina era buena, el Banco Nación le había autorizado a Mendoza la posibilidad de utilizar un sobregiro de hasta 600 millones de pesos por mes, con la posibilidad de duplicarlo en caso de ser necesario. Este mecanismo no es automático, sino que debe pedirse en cada ocasión.

Desde el Gobierno provincial se denunció la semana pasada, que los sueldos no había podido ser depositados el último días hábil de marzo “porque el Nación no realizó la operación correspondiente”, como confirmó este lunes Fadel.

El banco Nación está a cargo del camporista José Ignacio Forlón, un amigo de Máxicmo Kirchner sin antecedentes profesionales serios en la materia.

La pelea, como corresponde, fue aprovechada por la oposición. “La Provincia recauda entre 3 y 4% menos mes a mes”, acusaron desde el radicalismo que se ven gobernando desde diciembre. El candidato Alfredo Cornejo tildó a Paco Pérez de mal administrador y adelantó que si asume el gobierno “el Estado deberá ajustarse”.

La decisión de Cristina de ahogar financieramente a la administración de Paco Pérez es la consecuencia de un largo conflicto político. Primero, el gobernador desoyó los deseos de la Casa Rosada y presionado por los intendentes desdobló los comicios provinciales y luego avaló las listas consensuadas entre todos los sectores del PJ mendocino, que lo llevan a él como primer candidato a diputado nacional y al senador Adolfo Bermejo –cercano a Mazzón- como candidato a gobernador.