La calificadora de riesgo S&P informó ayer que mantuvo la nota con tendencia negativa de la deuda soberana argentina en moneda extranjera y anticipó que el próximo presidente afrontará "una economÃa débil, rigideces fiscales y monetarias, y liquidez externa disminuida, todo lo cual es resultado de las actuales polÃticas y de la falta de transparencia", previó en un informe".
"Restaurar el acceso del paÃs a los mercados internacionales mediante la reparación del incumplimiento será un objetivo importante para estabilizar la economÃa", sostuvo, según publicó el Cronista Comercial.
La calificadora sostuvo además que el próximo presidente "necesitará establecer rápidamente una relación de trabajo con el Congreso para asegurar el éxito de un programa de ajuste económico", debido a las distorciones en precios y tarifas, el déficit fiscal de un 4,4% del PBI en 2015, la alta inflación, bajas reservas internacionales lÃquidas, un tipo de cambio dual, el default selectivo y el conflicto con los holdouts.
S&P mantiene las calificaciones soberanas de Argentina en moneda extranjera en "SD/SD" (default selectivo) hasta que el gobierno subsane los incumplimientos derivados de haber perdido el juicio con los holdouts, ya sea mediante un pago, canje u otro tipo de liquidación.
Y afirmó las de moneda local en "CCC+/C" con tendencia negativa, atadas a las rigideces fiscales y monetarias. Anticipó que bajara la calificación ´"si la inflación se acelera, se amplÃan los déficits fiscal y de cuenta corriente, o si el litigio del gobierno con los acreedores externos afecta su deuda en moneda local".
S&P proyectó que el PBI real crecerá 0,5% en 2015, y que el crecimiento se acelerará en 2016-2017 una vez que el nuevo gobierno implemente polÃticas que refuercen la confianza. Y estimó que la cuenta corriente seguirá siendo deficitaria en 1% este año: "Las necesidades de financiamiento externo bruto (incluyendo los requerimientos de amortización de la deuda actualmente en incumplimiento) se mantendrán cerca de 100% de los ingresos de la cuenta corriente y reservas utilizables durante el periodo 2015-2017".
Y proyecta que la deuda neta del gobierno subirá a 43% del PBI este año, desde el 39% con que cerró 2014, debido al mayor déficit proyectado y al efecto de la depreciación esperada del peso sobre el saldo de la deuda en moneda extranjera, que representa dos terceras partes del total. Recordó que el "60% de este endeudamiento corresponde a deuda cuyos acreedores son otras agencias gubernamentales fuera del parámetro de consolidación del gobierno general, lo que reduce de manera significativa el riesgo de refinanciamiento".
La nota de transferencia y convertibilidad en "CCC-" refleja el riesgo que el gobierno restrinja aún más el régimen cambiario hasta afectar la capacidad del sector privado para servir su deuda en moneda extranjera: "Esperamos que las restricciones cambiarias y los controles continúen durante 2015".
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