La reunión convocada la semana pasada por Carlos Zannini y Eduardo de Pedro para alinear a los gobernadores con la estrategia electoral de Cristina Kirchner no dio resultados. Apenas unos días después, el riojano Luis Beder Herrera desobedeció el pedido de unificar las elecciones y en las próximas horas oficializará la convocatoria para el 5 de julio.

Beder Herrera visitó la Casa Rosada junto a otros gobernadores peronistas que tienen -o tenían- en su cabeza la posibilidad de desdoblar los comicios en sus provincias: Eduardo Fellner, Gildo Insfrán y José Luis Gioja. Luego del encuentro, el sanjuanino transmitió la idea que escucharon de parte de los “cerebros” de la estrategia electoral de Cristina: "lo ideal es que haya mucha cantidad en la misma fecha de elecciones para que vayan sumando votos al proyecto de la presidenta".

Incluso, los funcionarios nacionales le prometieron a los caciques provinciales que Cristina no jugará a perder y pondrá el máximo empeño en las elecciones. Se trata de una aclaración más que necesaria para el peronismo, donde ya es generalizada la desconfianza respecto a la estrategia de la Rosada.

Sin embargo, menos de una semana después la maniobra de Zannini y Wado ya fracasó. Beder Herrera reunió el fin de semana a su tropa y les confirmó que la fecha de elecciones en la provincia será el 5 de julio, según adelantaron dos de sus operadores políticos, el secretario de Tierras Ariel Puy Soria y el concejal capitalino Diego Mazzuchelli.

El principal problema para Beder es el que tienen varios gobernadores: la posibilidad de que los opositores vayan pegados a más de un presidencial. La Casa Rosada volvió a negarse a prohibir esa alternativa, que los líderes provinciales vienen reclamando desde inicios de año. Cristina, como explicó LPO, se negó a avanzar con un proyecto que escribió Zannini.

El peronismo riojano (que llevará al vicegobernador Sergio Casas como candidato) tendrá como principal rival al radical Julio Martínez, que oscila entre Massa y Macri. Para presionarlo, el Frente Renovador lanzó hace diez días a Ismael Bordagaray, que en 2013 fue aliado al radicalismo. De todos modos, la posibilidad del acuerdo sigue latente.

Beder enfrenta también la rebelión del intendente capitalino Ricardo Quintela, aliado a Florencio Randazzo. Además de ir por fuera del peronismo (no hay PASO para gobernador), Quintela prepara una modificación de la carta orgánica para poder definir las elecciones en su distrito y establecer las primarias. Serían en coincidencia con los comicios nacionales. Lo mismo pasaría en Chilecito, la segunda ciudad de la provincia.

En una situación similar a Beder está el jujeño Eduardo Fellner, que enfrenta en su provincia la amenaza del radical Gerardo Morales. El gobernador todavía no definió la fecha y habría recibido de la Casa Rosada la promesa de un kirchnerismo alineado, especialmente del sector que encabeza Milagro Sala, con quien está en permanente tensión.

Los casos de Gioja e Insfrán son, acaso, menos complejos. Es que ambos son favoritos en sus provincias y difícilmente la oposición pueda hacerles mella. Aun así, el formoseño también reclamó que se prohíba que los candidatos a gobernador vayan pegados a varios presidenciales, ya que el radical Luis Naidenoff quiere ir con Massa, Stolbizer y Macri o Sanz.

En las próximas horas, Gioja confirmará que las elecciones en su provincia (las primarias y las generales) serán en coincidencia con las nacionales. Aunque no da indicios, se descuenta que Insfrán seguirá sus pasos.

Hay otros gobernadores oficialistas que aún no definen la situación, pero el hecho de no haber sido convocados a la Rosada sugiere que no tienen planes de desdoblar. El misionero Maurice Closs, el pampeano Oscar Jorge y el entrerriano Sergio Urribarri siguen sin oficializar la fecha de las elecciones en sus provincias. En el caso de este último, se especula con que podría adelantar los comicios si es que no compite por ningún cargo nacional.