En Buenos Aires, se espera el efecto CABA, contra todas las opiniones de fanatismo K, cuando Cristina, baja línea ideológica no tiene límite... pero cuando hace política y cierra listas, las hace para ganar y la forma de conservar el éxito del modelo y profundizar el proyecto vigente, es ganando elecciones... pese a todas las opiniones contradictorias, que siembran confusión... Por eso en abril y mayo compiten por su imagen, más de media docena, de pre candidatos a gobernador, mientras cierran acuerdos y se miden... saben que deben quedar tres fórmulas, con 393 intendentes, vaciando la cancha de dirigentes y cuadros y juntando para la canasta nacional, millones de votos. La fama de Berni es un factor, así como la de Dominguez, los aparatos con despliegue territorial de Bossio o Castagneto, son un desafío, el peso de Espinosa en la tercera y la juventud de Mussi, presentan opciones inestimables, pero la mayor imagen mal que les pese, la tiene Martín Insaurralde, que además armó una afinada, estructura electoral en Buenos Aires, usando los relevos generacionales, de Liga Federal y Lipebo, que heredó del poderoso despliegue territorial del duhaldismo, con cientos de hijos y docenas de nietos, originarios en el poder Lomense. Igual MI, solo actúa por consenso con Daniel Scioli y por directiva expresa de Cristina... sino, vuelve a Lomas de intendente, cantando bajito... donde velan sus armas potentes candidatos para sucederlo, como Juanfri Navarro y Pablo Paladino. En su entorno sin ruborizarse, afirman que está en carrera arriba, en provincia o en los pagos Lomenses... como mide bien, el no necesita el "dedo" mágico de Cristina, que saque o ponga candidatos y se anima a competir ahora, o esperar paciente el 2019.