Thomas Griesa rechazó hoy el pedido de una medida cautelar que había presentado Citibank para poder pagar títulos de deuda con legislación argentina. De esta manera, dejó firme su decisión de impedir la liquidación del vencimiento que opera el 31 de marzo, según reportaron agencias internacionales.

La entidad le había solicitado al juez de Nueva York un "stay", mientras eleva la apelación al fallo de la semana pasada en el que no hizo lugar a un reclamo del banco para que excluya de su sentencia de 28 de julio de 2014, que impidió todos los pagos de deuda pública reestructurada, a los títulos emitidos bajo legislación local.

De esta forma, Griesa volvió a cerrar una de las posibilidades que existían para que se cumpla al menos con una parte de los vencimientos que se producen a fin de este mes, y amplificó el default, que hasta ahora sólo abarcaba a los papeles emitidos con jurisdicción extranjera.

El abogado Marco Schnabl, del estudio Skadden Arps, comentó a LPO que la decisión del veterano juez “era predecible”. “¿Para qué le iba a dar una cuarta oportunidad?”, se preguntó, en referencia a las excepciones que dio Griesa en tres casos para que el Citi pagara.

En diálogo con este medio, Schnabl explicó que esas autorizaciones-en donde el juez dijo que las daba “por única vez”- fueron hasta el momento en que terminara de definir si los bonos del canje regidos bajo ley argentina eran considerados deuda externa y, por ende, alcanzados por el fallo que congeló todos los pagos del bono Par y Discount de mediados del año pasado.

Esa discusión se saldó la semana pasada, cuando el magistrado emitió una orden en donde argumenta que en el prospecto de los bonos distribuidos por el City figura que son deuda externa. En ese sentido, los abogados de los fondos buitre habían planteado que los títulos habían sido ofrecidos en distintos países a lo ancho de todo el mundo, aunque esto no necesariamente se desprende de lo escrito en el prospecto.

“Lo que le queda ahora al Citibank es pedirle a la Cámara la misma suspensión y apelar el fallo”, añadió Schnabl. Pero esas instancias burocráticas tienen sus plazos y difícilmente le den curso como para definirlo antes de fin de mes. “Dudo que se pueda hacer el pago”, a pesar de que se traten de “pagos minúsculos”, se lamentó el especialista en asuntos latinoamericanos de estudio Skadden Arps.

Por otro lado, la Argentina tendrá plazo hasta mañana para presentar ante el juzgado de Thomas Griesa las objeciones a los reclamos por 6 mil millones de dólares que efectuaron los acreedores bajo la condidión de "me too".

Los "me too" ("yo también") son acreedores con títulos similares a los que tenían los fondos NML Capital y Aurelius y reclaman el mismo fallo por el que Griesa les reconoció derecho a cobrar 1.330 millones de dólares.

Luego los acreedores tendrán plazo hasta el 7 de abril para contestar las objeciones planteadas por la Argentina, mientras se espera que sobre el final de ese mes se conozca la decisión del magistrado.

De esta forma, el monto total de la deuda que la Argentina tiene que renegociar con acreedores que no participaron de las reestructuraciones de 2005 y 2010 se acerca a los 8 mil millones de pesos, producto de los 6 mil de los "me too", más los 1.330 e intereses de los que corresponden al fallo inicial.

El monto total requerido por "me too" corresponde a 150 acciones judiciales diferentes, que incluyen fondos de inversión, acciones de clase y acciones de clase minoristas.

El Gobierno nacional condicionó cualquier tipo de acuerdo con holdouts que ya tienen sentencia favorable de la Justicia de los Estados Unidos a una negociación que incluya a todos los que no ingresaron a los canjes.

Por otro lado, se aguarda para los próximos días un decisión de la Cámara de Apelaciones, luego que la Argentina acudió a ese tribunal luego de que Griesa mantuvo firme la condición de "desacato" del país luego de la sanción de la Ley de Pago Soberano.