La Sala I de la Cámara Federal fue designada por sorteo para intervenir en la apelación del fiscal Gerardo Pollicita contra la desestimación de la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner por presunto “encubrimiento” en la causa AMIA.

Se trata de la sala que el año pasado declaró la inconstitucionalidad del memorándum entre la Argentina e Irán, uno de los pilares que utilizó el fallecido fiscal Nisman para sostener su acusación contra la Presidenta, el canciller Héctor Timerman y otros dirigentes del kirchnerismo.

La sala está integrada por los jueces Jorge Ballestero, Eduardo Farah y Eduardo Freiler, y es la misma que en las últimas semanas ratificó el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou en la “Causa Ciccone”. Asimismo, confirmó al juez Claudio Bonadio en la causa por las irregularidades en Hotesur, la firma de Cristina Kirchner. La peor noticia para el Gobierno es que la Sala I le dará intervención al fiscal ante la Cámara, Germán Moldes, uno de los organizadores de la movilización del 18F. Moldes es el fiscal ante las dos salas por lo que su intervención era segura, más allá de lo que dictaminara el sorteo.

Como adelantó LPO, Moldes está en la mira del Gobierno que lo considera uno de los líderes de la guerra que lanzaron desde Comodoro Py. De hecho, la Casa Rosada le envió varios emisarios a presionarlo en las últimas semanas, pero no lograron amedrentarlo.

Es por eso que Cristina ya decidió recusarlo y buscará apartarlo de este expediente. El Gobierno lo acusará de "parcialidad manifiesta" por haber sido uno de los organizadores del 18F y también por la denuncia que hizo Moldes contra la procuradora del Tesora, Angélica Abbona.

La estrategia del kirchnerismo quedó en claro en las palabras que lanzó hoy la fiscal Graciela Caamaño, ex funcionaria del Ministerio de Seguridad y habitual defensora del oficialismo en temas relacionados a la Justicia.

"Como hombre de bien, Moldes debería inhibirse o algunos de los querellantes podría recusarlo porque fue uno de los organizadores de una marcha en contra del Gobierno. No creo que la Presidenta se gaste en recusarlo pero cualquiera de los otros podría pedirlo", indicó.

Lo mismo hizo el dirigente de la comunidad judía Sergio Burstein, muy cercano al Gobierno.  "Moldes se tendría que apartar porque ya adelantó su opinión y es uno de los organizadores de la marcha, es uno de los fiscales que hizo lo posible por demorar las causa de encubrimiento de la AMIA. Su actitud es vergonzosa. Como ya organizaron la marcha, ya se sienten libres de culpa y responsabilidad de lo hecho anteriormente. El circo está armado, veremos si esto continua o si la Justica se ocupa de lo que se tiene ocupar y para saber la verdad verdadera", afirmó.