La intervención de hecho del Gobierno nacional en el mercado de silobolsas comenzó a generar fuertes repercusiones en el sector agropecuario en el marco de la guerra abierta que mantienen el kirchnerismo y el campo.

Es que la medida que tomó este lunes la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) fue muy mal recibida en todo el ámbito rural y especialmente entre las empresas fabricantes de silobolsas que no esperaban un nuevo avance.

Cabe aclarar que el organismo que preside Ricardo Echegaray determinó que las firmas deberán informar mensualmente "las operaciones de venta de bolsas plásticas para el almacenamiento de granos" realizadas "a partir del día 1 de octubre de 2014".

En este contexto, en las últimas horas La Política Online se comunicó con directivos de las principales compañías del sector, quienes, por el momento, prefieren no revelar su identidad para evitar represalias oficiales sobre sus firmas.

"Están buscando que la demonización mediática de esta tecnología se traslade a hechos directos", comentó una de las fuentes consultadas. "Esta medida nos genera una nueva traba burocrática que se traslada inevitablemente a mayores costos", agregó.

En tanto, el primer avance oficial sobre este sector se dio en septiembre del año pasado cuando la AFIP dispuso que los productores declaren los silobolsas comprados, además de sus características y localización (en caso de almacenar granos).

Pero ahora la ofensiva es directamente contra las empresas: la resolución 3745 indica además que los vendedores de silobolsas deberán emitir comprobantes electrónicos por operaciones respaldadas por facturas clase A y B y notas de crédito y de débito clase A y B.

"Quieren fundirnos porque consideran, erróneamente, que el silobolsa es una herramienta de desestabilización", dijo el dueño de una de las empresas más importantes. "No se dan cuenta que detrás de esto hay una industria que genera empleo y valor agregado", disparó.

De todos modos, en general, los empresarios respiran con tranquilidad dado que a nadie se le escapa que en octubre hay elecciones. "Tenemos que aguantar como sea hasta fin de año; luego seguramente vendrán tiempos mejores", señaló uno de los consultados.

Así las cosas, lo curioso es que el propio Gobierno, a través de algunos funcionarios, promociona el uso de silobolsas. De hecho, en octubre del año pasado el INTA y el Ministerio de Agricultura organizaron el primer Congreso Internacional de Silobolsas.

Y este año está previsto que se realice la segunda edición en Mar del Plata. Es decir, mientras funcionarios y medios kirchneristas critican a los productores que guardan soja en silobolsas, Carlos Casamiquela y Francisco Anglesio fomentan su uso.

Sucede, quizás, que ambos técnicos conocen que esta tecnología -de origen argentino- ayudó a incrementar el ritmo de producción agropecuaria durante la última década, al tiempo que el núcleo duro K lo relaciona con cierto "avarismo" de los productores.

Radiografía del Silobolsa

En 2013 las exportaciones argentinas de silobolsas sumaron u$s 27,2 millones, una cifra similar a la registrada en 2012, según datos oficiales a los que accedió LPO. En tanto, algunas estimaciones privadas indican que este año los envíos al exterior podrían subir a u$s 50 millones.

El principal destino de exportación del producto el año pasado fue Brasil con ventas declaradas por u$s 13 millones (47,9% del total), seguido por Uruguay (14,6%), Paraguay (12,9%), EE.UU. (6,9%), Chile (4,1%), Sudáfrica (3,0%) y Ucrania (1,5%).

También se registraron operaciones con destino a Australia, Rusia, Perú, Nicaragua, Ecuador, Colombia, Panamá, Italia, Francia y Tanzania. Los mercados no tradicionales (países no limítrofes) representaron un 17.5% de las ventas declaradas en 2013.

El año pasado un 94,3% de las ventas registradas correspondieron a la firma Ipesa Río Chico (Ipesasilo). El resto se repartió entre Inplex Venados (Agrinplex) con el 4%, Sixcom (SiloBag) con el 1,3% y Thyssen Plastic Solutions (Agrosilo TPS) con el 0,4%.

Para tener una idea, en 2014 se almacenaron alrededor de 40 millones de toneladas de granos (en 1998 se guardaron apenas 2 millones). Las bolsas tienen 60 metros de largo y pueden guardarse unas 200 toneladas de trigo, maíz y soja y 120 toneladas de girasol.

Como sea, está claro que el silobolsa es una innovación que en los últimos años transformó el sistema de comercialización de granos al brindar a los productores la posibilidad de dosificar ventas en el transcurso de toda la campaña agrícola.

En otras palabras, esta tecnología revolucionó el ámbito de la comercialización de granos al generar una redistribución de fuerzas fenomenal entre una demanda muy concentrada y una oferta ultra-atomizada.