La escalada de Mauricio Macri en las encuestas no preocupa al sciolismo. Por el contrario, los operadores de Daniel Scioli analizan que el crecimiento del jefe de Gobierno porteño en la opinión pública es parte de la estrategia de Cristina Kirchner de jugar a perder y se muestran alentados con lo que consideran un ‘desdibujamiento’ de Sergio Massa en la carrera por la presidencia.

Fuentes del gobierno provincial afirman en reserva que los intendentes comenzaron a manifestar cierto malestar -como reveló LPO- por lo que consideran una estrategia de la Presidenta de jugar a perder, potenciando la candidatura de Macri, para retornar al poder dentro de cuatro años.

“A los intendentes la idea de perder no se les cruza por la cabeza. Nadie va a poner en juego su distrito por algo tan descabellado”, dijo a LPO una fuente del Ejecutivo provincial.

Según el análisis sciolista, los intendentes quieren jugar a ganar. Y eso choca con las teorías conspirativas que emergen de la Rosada y que apuntan a los buitres y hasta la CIA.

En La Plata, los operadores del Gobernador consideran que los propios jefes comunales de los distritos más importantes se van a inclinar hacia una fórmula de consenso evitando una interna real como la que parece apuntalar Cristina entre Scioli y el ministro Florencio Randazzo.

En ese sentido, la arriesgada propuesta de Gabriel Mariotto de salir a pedir unidad y proponer una fórmula en la que Scioli sea el candidato a suceder a Cristina, y Randazzo baje a la Provincia parece haber generado cierto eco.

El intendente de Cañuelas, Gustavo Arrieta, fue el primero en acoplarse a esa propuesta. "Sería importante que nosotros tengamos la grandeza y la inteligencia suficiente para articular un esquema electoral que nos permita tener vocación mayoritaria”, dijo Arrieta en una entrevista con la agencia mariottista AgePeBA.

En el sciolismo se mantienen cautos a la hora de festejar la jugada del vice, pero -al menos por ahora- no la critican. Entienden lo procesos y la lealtad de gobernadores, intendentes, y hasta referentes del Conurbano con la Presidenta, pero también ven cada vez más preocupación en ellos a la hora de plantear la estrategia de la campaña.

Mientras tanto, el ex motonauta sigue con su esquema de pegarse a Cristina, sin dejar de marcar diferencias. La última fue la visita al stand de Clarín en Mar del Plata, hecho que enfureció al kirchenrismo de paladar negro.

La idea es contener la preocupación de lo intendentes. Hoy reunió a 40 de ellos en el piso 23 del edificio del Banco Provincia, en el microcentro porteño. Allí intentó polarizar con Macri. “Debemos terminar con la mala costumbre de empezar siempre de nuevo como plantea el jefe de Gobierno”, dijo el ex motonauta.

“¿Qué quieren cambiar? ¿Vamos a devolver YPF a los privados? ¿Vamos a volver a endeudar a la Argentina? ¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a revolear por el aire a Aerolíneas Argentinas? ¿Vamos a ir para atrás con las políticas sociales?”, agregó con tono de candidato.