El Gobierno le jugó una mala pasada a los industriales: los convocó el viernes a una reunión con ministros, pero ese mismo día Diputados emitirá dictamen del polémico convenio con China, repudiado por los dirigentes fabriles.

Ayer, el Comité Ejecutivo de la UIA cuestionó los puntos 5 y 6 de ese acuerdo bilateral, conocido y aprobado a fin de año por el Senado.

El 5 es el más polémico: insta a aplicar el convenio de adjudicación “más ventajoso” entre las partes, beneficio que para los líderes de la UIA permitirá el desembarco masivo de empresas chinas en desmedro de la producción nacional.

Como adelantó LPO, incluso antes de la muerte del fiscal Alberto Nisman y la urgencia de disolver al ex Side, Cristina había previsto sancionar el convenio en febrero y la polémica construcción de una base aérea en Neuquén.

Ambos proyectos serán debatidos el viernes a las 14 en una reunión conjunta de las comisiones de Relaciones Exteriores y de Ciencia y Tecnología, que presiden los kirchneristas Guillermo Carmona y Martín Gill, respectivamente.

La urgencia de hacer todo el viernes se debe a que la semana próxima el Gobierno no quiere actividad en el Congresom, por varias razones.

La principal precaución es que podrían retrasarse vuelos por el movimiento de carnaval y arriesgarse el quórum. Pero además el kirchnerismo no quiere levantar el perfil el miércoles, cuando el país se paralice por la marcha en memoria de Alberto Nisman.

El viernes los industriales recibidos por el Gabinete en pleno: estarán Jorge Capitanich, Julio De Vido, Axel Kicillof y Débora Giorgi.

Pero no será más que una formalidad, porque la convocatoria para ese día a la comisión confirma que el Gobierno no espera cambiar ni una coma del cuestionado convenio con China.

El Gobierno logró que algunos sectores de la UIA avalen las relaciones carnales con China, como el ex titular Juan Carlos Lascurain, quien hoy estuvo presente en un acto de la Casa Rosada. Cristina aprovechó para agradecerle y pegarle al resto de los fabriles, sobre todo a Techint.