El panorama económico para el 2015 no muestra signos de recuperación. A los datos negativos que se registraron en 2014, ahora se estima que el último año de gobierno de Cristina Kirchner terminaría con una caída del 2 por ciento de la actividad económica.

El dato surge de un informe de la consultora Economía y Regiones (E&R), que también pronostica que continuará "el deterioro" del empleo, y advierte que si la inflación vuelve a acelerarse "podría tambalear" la estabilidad económica.

"Todo redunda en que será difícil que haya recuperación de la actividad y del empleo en 2015. Por el contrario, lo más probable es que continúe el deterioro tanto en la producción como en el empleo. De hecho, nuestro escenario en el cual el gobierno logra alcanzar su meta de política económica, plantea que el PBI se reduciría un 2 por ciento en 2015", señala el trabajo de E&R.

Para la consultora, "al gobierno le importa más el nivel de las reservas, de la inflación y del dólar que el nivel de actividad" y el principal objetivo en un año de elecciones presidenciales sería "salvaguardar la actual estabilidad financiera para poder entregar el mandato en un marco de gobernabilidad".

Como explicó LPO, en el primer mes del año Axel Kicillof parece haber puesto la economía en piloto automático, aprovechando cierta estabilidad en la cotización del dólar y el alivio en las reservas. Pero el problema es que la mayoría de las dificultades macroeconómicas -déficit creciente, inflación, recesión, atraso cambiario, entre tantas otras- siguen sin resolverse.

La consultora E&R coincide en el análisis y remarca que "es clave" que la inflación se desacelere para tener chances de preservar la estabilidad financiera, por que si "volviera a acelerarse" esa calma financiera "podría tambalear".

Con ese objetivo, afirma que "el dólar cuasi fijo es la principal herramienta de política económica para lograr dicho objetivo" dado que "es el ancla nominal que apunta a desacelerar la inflación y así mantener a raya las expectativas de devaluación y preservar las reservas, incluso asumiendo el costo implícito de deteriorar el nivel de actividad". 

Según su análisis, resulta "muy difícil" conseguir una recuperación económica bajo la actual estrategia de usar al tipo de cambio como ancla nominal mientras que la inflación se ubica por encima del 35 ó 30 por ciento anual, y los precios internacionales de las materias primas siguen cayendo.

En este sentido, advirtió que el combo dólar fijo con alta inflación más caída de precios internacionales "ahoga a los productores domésticos exportadores, que enfrentan rentabilidades cada vez menores, haciendo inviables sus negocios". "A esto hay que agregar la elevada presión impositiva e incluso las retenciones a las exportaciones (para algunos sectores exportadores)que agravan aún más las dificultades de los sectores productores, especialmente de algunas economías regionales", señaló.

En este contexto, E&R evaluó que si la estrategia del Gobierno es seguir atrasando el tipo de cambio con respecto a la inflación, "entonces no podemos esperar que mejore la situación de los productores locales, los exportadores, las economías regionales y de los potenciales inversores externos".

Al respecto, días atrás se supo que la balanza comercial cayó en 2014 a los niveles de 2001, alcanzando un superávit de 6.686 millones de dólares, apenas 00 millones por arriba del saldo obtenido hace trece años, en plena crisis de la Convertibilidad. La balanza registró un retroceso del 16,4% frente a los 8.005 millones en los que terminó el 2013. Las exportaciones cayeron 12 por ciento en el año, equivalente a 9.725 millones de dólares.

Otro dato negativo que se conoció en los últimos días es que la actividad industrial concluyó el 2014 con una caída del 2,5 por ciento y acumula 17 meses en baja, alcanzando el período recesivo más largo desde la crisis económica que duró entre 1998 y 2002. En ese entonces, hubo 27 meses seguidos con contracciones.