Mauricio Macri fue el primero en criticar a la ex Side tras conocerse que Cristina la disolvería. Esta mañana, antes que cualquier otro opositor, dijo que el organismo da “más miedo que tranquilidad” y ejerce “el poder de los carpetazos y el apriete”.

Pero el jefe de Gobierno tal vez no sabía que una de sus diputadas fue en los últimos años de las más fervientes defensoras del poder permanente de la Secretaría de Inteligencia.

Se trata de Silvia Majdalani, “La Turca”, diputada del PRO desde 2009 y amiga personal de Francisco “Paco” Larcher, el segundo de la ex Side hasta diciembre, cuando Cristina lo barrió a él y a su entonces jefe Héctor Icazuriaga.

La amistad sería de su marido, quien tendría negocios con el ex señor 8 de los gobiernos de Néstor y Cristina. 

Hija de un acaudalado empresario del acero, Majdalani se inició en el menemismo ferviente con la agrupación “El aguante”, que no sólo acompañó al riojano hasta el último día de su presidencia sino que lo alentó en la quinta de Don Torcuato, cuando cumplía prisión domiciliaria por tráfico de armas.

Macri la reclutó y le dio plena autonomía como diputada, tanto que en el Congreso siempre se la mencionó como parte de los servicios. Es que aunque se trataba de un vínculo familiar lo cumplió siempre a rajatabla.

Desde el primer día en el Congreso integró la bicameral de control de servicios de inteligencia, pero nunca se quejó por su inactividad como sí hicieron sus pares opositores.

Participó como una oficialista más y tuvo ojos para ver cada denuncia contra los espías del Gobierno. Nunca se sumó a ninguna.

En diciembre Capitanich quedó perplejo mientras brindaba su último informe de gestión y Majdalani le pidió explicaciones por haber aumentado el presupuesto de inteligencia del Ejército en desmedro de la ex Side.

“Me gustaría saber por qué el gobierno nacional priorizó en materia presupuestaria las tareas de inteligencia vinculadas a la seguridad exterior por sobre la seguridad interior, siendo que la realidad de nuestro país indica que el problema más grave se encuentra relacionado con la seguridad interior y no con la defensa nacional”, consultó la diputada del PRO.

La sorpresa del chaqueño no era que un diputado opositor recriminara los fondos girados a César Milani, pero sí que le hiciera un reclamo propio de los servicios de inteligencia.

En el bloque PRO recuerdan la mano de Larcher en aquella caótica sesión del presupuesto 2010 en la que cuatro diputados macristas dejaron sus bancas vacías para favorecer al Gobierno: Laura Alonso, Soledad Martínez, Silvia Majdalani y Christian Gribaudo. Para Majdalani sólo encontraban una explicación: Paco se lo había pedido.