El superávit comercial cerró el 2014 con su valor más bajo desde el 2001, al alcanzar los U$S6.686 millones, apenas U$S400 millones por arriba del saldo obtenido hace trece años, en plena crisis de la Convertibilidad.

De esta manera, la balanza registró un retroceso del 16,4% frente a los U$S8005 millones en los que terminó el 2013.

De acuerdo a datos del Indec, en diciembre se produjo un saldo favorable de sólo U$S74 millones, el resultado mensual más chico desde abril y un 31% inferior frente al mismo mes del año anterior.

En el último mes del año, tanto las exportaciones como las importaciones se contrajeron un 13%, al llegar a los U$S4.573 y U$S4.499 millones, respectivamente, los valores absolutos más chicos de todo el 2014.

Durante 2014 las exportaciones cayeron 12 por ciento a 71.935 millones de dólares, desde los U$S81.660 millones con el que había culminado el 2013. Es decir, en el 2014 las exportaciones argentinas se redujeron en la friolera de U$S9.725 millones, una cifra equivalente a la deuda con el Club de París.

Mientras tanto, las importaciones se redujeron 11 por ciento a 65.249 millones de dólares.

Lo cierto es que todos los rubros que conforman las ventas externas argentinas se contrajeron, mientras que en las compras desde el exterior sólo avanzó el capítulo bienes de capital, que creció 4%.

Las ventas de productos primarios bajaron 20 por ciento (14.977 millones de dólares), las de combustibles y energía 18 por ciento (4.660 millones), mientras que las manufacturas de origen industrial se redujeron 15 por ciento (24.145 millones) y las de origen agropecuario 3 por ciento (28.153 millones).

Respecto de las importaciones, las compras de vehículos automotores cayó 49 por ciento (3.580 millones de dólares) y las piezas y accesorios para bienes de capital 22 por ciento (12.461 millones).

Por su parte, las adquisiciones de bienes de consumo retrocedieron 10 por ciento (6.680 millones), al tiempo que las de energía (10.903 millones) y bienes intermedios (18.754 millones) bajaron 4 por ciento.

Así, las menores ventas externas de productos energéticos (-18%) causaron que empeorara el saldo comercial en este rubro a pesar de la caída de las importaciones (-4%). De esta forma, el déficit de combustibles y lubricantes alcanzó los U$S 6.243 millones, cifra 10% superior a los registros de 2013 (U$S 5.684 millones).

En cambio, las importaciones de bienes de capital mostraron un avance de 4 por ciento (12.622 millones).

Las causas

De acuerdo a un reporte de Abeceb.com, las causas que explican este fenómeno se arrastran desde hace años: “poco dinamismo exportador por problemas de oferta (cereales, combustibles), fuertes restricciones sobre las importaciones y desaceleración de la actividad económica”.

Sin embargo, también operaron nuevos factores como los “no muy buenos resultados de las exportaciones del complejo soja”. “A pesar de los buenos niveles de producción, las colocaciones externas de poroto y sus derivados solo se incrementaron en un 1%. Esto es así ya que productores y acopiadores optaron por retener una parte de sus tenencias de granos, dado el crecimiento de la brecha existente entre el dólar blue y valor oficial de la divisa al que los operadores liquidan las exportaciones”, puntualiza el informe de la consultora.

Por otro lado, “las exportaciones industriales disminuyeron un 15% en todo el año”, lo que, según Abeceb, “se explica por los menores embarques vehículos automotores y sus partes a una deprimida economía brasileña”. “Adicionalmente, las ventas manufactureras se vieron afectadas por la apreciación del tipo de cambio real a causa de la inflación local y la consecuente pérdida de competitividad”, detalla el trabajo.

En cuanto a las importaciones, el año pasado las Declaraciones Juradas Anticipadas (DJAI) no sólo siguieron vigentes, imponiendo todo tipo de trabas a las compras externas, sino que la Afip y el Banco Central se sumaron a los controles, complicando la operatoria todavía más.

En ese sentido, los operadores del comercio exterior calculan que el BCRA tiene frenados pagos de importaciones por más de U$S5000 millones.

"En términos de productos las principales caídas se observaron en las importaciones de: Vehículos automotores de pasajeros, partes de calderas de vapor, circuitos impresos con componentes eléctricos, productos inmunológicos preparados como medicamentos, fosfato monoamónico y vehículos para el transporte de mercancías, entre otros", reza el reporte de Abeceb.

En lo que respecta a las regiones de comercialización, el Mercosur concentró el 33 por ciento de las exportaciones, mientras que desde ese bloque llegó el 24 por ciento de las importaciones.