Diego Ángel Lagomarsino, el hombre que le entregó el arma a Alberto Nisman, rompió el silencio para dar su versión sobre los sucesos que terminaron con la muerte del fiscal y que lo tienen como una pieza clave.

El hombre, que se encuentra con custodia desde el lunes cuando se presentó espontáneamente a declarar, confirmó que él fue quien entregó el arma a Nisman y aseguró que no es "agente de inteligencia" ni tiene "nada que ver con Jaime Stiusso", el ex director de Operaciones de la Side.

Lagomarsino habló con el diario oficialista Página 12, con el que se conectó a través de una jueza que no fue identificada. "Me dijo que era por seguridad (el arma). Que el día anterior lo había llamado Stiusso y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas", contó el técnico informático que trabajaba en la fiscalía de Nisman.

Esa breve declaración de Lagomarsino aporta elementos interesantes a la causa, que seguramente ya transmitió a la jueza en su declaración. Por un lado confirma que el fiscal Nisman estuvo en contacto con Stiusso y que temía por su seguridad. Por otro lado, y más importante, es que el ex jefe de operaciones de la Side (hoy puesto en la mira por Cristina Kirchner) le advirtió sobre "la custodia".

El papel de los diez efectivos de la Policía Federal es cada vez más sospechosa. Su llamativa reacción cuando advirtieron que Nisman no respondía a los llamados ya generó dudas, además que de por sí era raro que no estuvieran atentos a lo que sucedía en el departamento. Hasta Cristina les apuntó: "Resulta muy conveniente que se ordenen sumarios e investigaciones lo más rápidamente posible sobre la propia custodia del Fiscal Nisman. Esto es: los 10 policías federales. ¿Si informaron inmediatamente de descubierto el hecho al 911 o a sus superiores?", escribió.

En cuanto a Lagomarsino, como informó LPO, colaboraba con Nisman desde hacía varios años en temas informáticos. Era empleado de la fiscalía, aunque no de la primera línea de colaboradores que trabajaban en el caso Amia.

Al respecto, Página 12 agrega algunos datos llamativos. "Tenía un contrato altísimo en la fiscalía, de 40 mil pesos por mes", sostiene el diario, que agrega que algunos fiscales se sorprendieron con la cifra. El medio agrega que Lagomarsino "iba pocas veces a la fiscalía" y "en la mayor parte de las ocasiones, se veía con el fiscal en su vivienda, últimamente en el edificio Le Parc". Lagomarsino asegura que se dedicaba a copiar y desbloquear archivos y que realizaba backups de archivos que le pedía Nisman, agrega.

La nota también tiene la versión de la jueza que lo contactó con el diario, y que sería amiga de Lagomarsino. "Diego cuenta que Nisman lo llamó por teléfono y, como declaró ante la fiscal, le pidió prestada el arma. Le dijo en esa conversación que Stiusso lo había llamado el viernes y le había dicho que debía tener cuidado. Que desconfiara de su custodia y que les pusiera seguridad a sus hijas. Eso es lo que le contó Nisman a Diego para justificar que le pedía el arma", explicó.

La jueza afirma que el joven "está destruido y se siente culpable". "Se pregunta cómo no se dio cuenta de que Nisman debía tener facilidad para conseguir un arma y no evaluó por qué se la pedía a él. También piensa ahora que era raro que le pidiera algo por seguridad cuando tenía semejante custodia. Pero, claro, Stiusso supuestamente le había recomendado que desconfiara de los custodios", detalló.

Sobre el momento en que le entregó el arma a Nisman, la jueza señaló que Lagomarsino entró por la puerta de servicio y no estuvo mucho tiempo. "Nisman estaba solo en el departamento y lo invitó a tomar un café. Le llamó la atención que se lo tuvo que preparar él mismo. Estuvieron sentados en la mesa y Diego dice que lo vio tranquilo. Al ratito se fue, pero esta vez por la puerta principal, algo que no era usual"

Actualmente, Lagomarsino se encuentra custodiados por unos 15 policías. Cristina Kirchner pidió hoy "que se le otorgue mucha protección".