Francisco De Narváez lanzará en las próximas horas su candidatura a gobernador bonaerense por el Frente Renovador. La decisión del Colorado de sumarse al armado de Sergio Massa fue adelantada por LPO a principios de diciembre y se sellará en un acto planeado en principio para el sábado.

La idea es lograr una presentación formal en donde Massa y De Narváez firmarán un compromiso con la provincia de Buenos Aires. Según trascendió, se trata de un documento con una serie de puntos a cumplir para mejorar la situación de la Provincia.

La llegada del ex dueño de Casa Tía al massismo presiona por sobre todo a Martín Insaurralde, cuyo desembarco no tiene fecha aún, aunque todos lo dan por hecho. Es que el Colorado tiene un caudal de votos propios y según algunos sondeos mantiene, pese a su debacle político, unos ocho puntos que podrían complicar al intendente de Lomas.

Durante varios meses, después de la derrota electoral en las legislativas de 2013, el Colorado se aisló en su quinta de Luján intentando acercamientos con Daniel Scioli. Su idea era ser el ministro de Seguridad del gobierno bonaerense, así lo hizo saber en varias reuniones públicas. Los rumores de un posible regreso de Alejandro Granados a Ezeiza ante el temor de perder el control político en su distrito aumentaron las versiones. Sin embargo, en el sciolismo consideraron que De Narváez en el gabinete era un escollo peligroso en la dedicada relación con el gobierno nacional.

Recluido y en silencio, el Colorado fue tejiendo vínculos con Massa. Justamente con aquel con quien rechazara la posibilidad de una alianza en una recordada reunión en Tigre que definió el mapa electoral de ese año y abrió el camino para el triunfo del hombre de Tigre.

Ahora, su llegada pondrá en alerta a Insaurralde. Es que De Narváez tiene dentro del Frente Renovador mucho menos resistencia de la que genera el hombre de Lomas. El propio Darío Giustozzi, el más acérrimo de los críticos al marido de Jessica Cirio, elogió al Colorado luego que LPO adelantara sus intenciones de sumarse al massismo.

"La diferencia (con Insaurralde) es que nadie duda de que forma parte de la oposición y concidió con varias de las cuestiones centrales con nosotros en los últimos tiempos, hemos tenido coincidencias importantes, como con (el rechazo a) la ley de Abastecimiento", dijo Giustozzi a mediados de diciembre.

En tanto, la jugada de Sergio Massa con la incorporación del Colorado es dejar a Mauricio Macri sin Plan B en caso que la alicaída candidatura de María Eugenia Vidal finalmente no prospere. LPO adelantó que el intendente de Vicente López, Jorge Macri, piensa en rebelarse y amenaza con lanzar sus propios candidatos en el territorio bonaerense. El primo del jefe de Gobierno porteño basa su insurrección en las encuestas que aseguran que mide por encima que Vidal, que es la candidata oficial del macrismo en la provincia.