En los últimos días los operadores más importantes del mercado cárnico local aprovecharon las fiestas de fin de año -que incluyó varios feriados- para aumentar de manera significativa los precios de la hacienda.

Esto pudo ser confirmado por La Política Online en las operaciones que se realizaron en el Mercado de Liniers (que se publican diariamente en Internet), donde operan grandes grupos frigoríficos y las casas consignatarias de mayor relevancia del país.

Allí, precisamente, los precios de las principales categorías de hacienda vienen registrando notables incrementos en los últimos cierres de fines de diciembre pasado y comienzos del presente mes de enero de 2015.

Es así como en la jornada de este lunes el ternero alcanzó un precio máximo de 21,50 $/kilo versus 19,90 $/kilo a mediados de diciembre. Los novillos, en tanto, no superaban los 15 $/kilo en promedio, mientras que ahora se negocian a no menos de 18,50 $/kilo.

Pero no son sólo las categorías antes mencionadas las que tuvieron subas: la vaca buena, por su parte, cerró este lunes en un precio promedio de 13,60 $/kilo, cuando apenas tres semanas atrás se negociaba a 11,50 $/kilo.

Al mismo tiempo, en el Mercado de Liniers -que funciona como una referencia de precios para todo el país- las vaquillonas ahora cotizan a un valor promedio no menor a 18,30 $/kilo versus 15,20 $/kilo el mes pasado.

Así las cosas, en la plaza de Mataderos guardan absoluto silencio sobre la suba de precios de la hacienda. De hecho, ninguno de los tres consignatarios consultados por este medio quiso opinar sobre el tema (quizás para evitar una intervención oficial).

Un dirigente del sector frigorífico, que prefirió no ser identificado, explicó que las subas se deben a un aumento de la demanda por una cuestión estacional. El tema es que muy pocos creen que los precios puedan retrotraerse en el actual contexto inflacionario.

En este sentido, tal como suele ocurrir cada vez que suben los precios en Liniers, en apenas unos días más los nuevos valores de la hacienda deberían trasladarse casi por decantación a los góndolas de los supermercados y carnicerías.

Como sea, el hecho pareciera haber pasado desapercibido para algunos funcionarios del Gobierno nacional que aún no tomaron nota del asunto, quizás, porque los consumidores aún no se vieron afectados directamente.

Cabe destacar que en noviembre, el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, visitó las instalaciones del Mercado de Liniers, en donde las autoridades le explicaron de manera didáctica el funcionamiento del sistema de precios en el sector ganadero.

Por otra parte, en el sector destacan que la suba de precios de la hacienda está siendo capturada mayormente por los productores ganaderos que venían muy castigados por la política de control de precios kirchnerista que benefició a los frigoríficos.

De esta manera, se espera que en 2015 muchos ganaderos se vean tentados a realizar inversiones teniendo en cuenta que se trata de un negocio biológico en el cual los resultados económicos podrían experimentarse con otro gobierno en el poder.

Los precios de la carne

En una recorrida por las principales cadenas de supermercados, LPO pudo confirmar que el kilo de asado de novillito se vende a un valor que oscila ente los 80 y 85 pesos, al tiempo que el kilo de nalga cotiza a casi 100 pesos.

Por su lado, el bife de chorizo se comercializa entre los 95 y 100 pesos, mientras que la colita de cuadril vale hasta 110 pesos. En tanto, el corte de vacío cuesta no menos de 90 pesos y el ojo de bife llega hasta los 97 pesos.

En esta línea, el kilo de entraña se está vendiendo en los supermercados a un precio que ronda los 91 pesos, al tiempo que el matambre cuesta 96 pesos y el kilo de peceto se vende a no menos de 128 pesos.

De esta manera, está claro que en la actualidad prácticamente todos los cortes de carne de buena calidad rondan los 100 pesos y que, si se produce un nuevo aumento, el billete con la imagen de Roca o Evita ya no alcanzará para adquirir un kilo de carne vacuna.

Por último, según estimaciones privadas, hasta mediados de 2014 el stock ganadero nacional se ubicaba en torno a las 51 millones de cabezas versus 58 millones en marzo de 2008 en plena liquidación de vientres originada por la crisis ganadera.