Mauricio Macri tomó una decisión drástica en Mendoza Capital que contradice su declarada opción por construir una fuerza propia. Precisamente en el Municipio más importante de la provincia cuyana y de donde venía de ser la revelación del año pasado, al sacar más del 23 por ciento de los votos en las elecciones de concejal con el joven Gustavo Senetiner, decidió bajar todas sus listas para despejarle el camino al radicalismo.

El 22 de febrero Mendoza abre el calendario electoral con las primarias para las elecciones de intendente en los municipios de Mendoza Capital y San Carlos, donde se elegirán los candidatos que competirán el 3 de mayo.

Lo curioso es que Macri si bien con el sacrificio de su fuerza le despeja el camino al candidato radical a intendente de Mendoza Capital, Rodolfo Suárez, en el municipio de San Carlos sí presentará lista y competirá contra el massista Jorge Difonso, que encabeza una amplia alianza que también integran los radicales.

La errática política fue justificada desde la cúpula del PRO, en declaraciones a LPO, como parte de una “decisión muy difícil” que buscó no tensar la cuerda con el líder del radicalismo mendocino y pretendido candidato a gobernador, Alfredo Cornejo.

“Este es un juego integral y si peleamos todas, corremos el riesgo de no llegar”, explicaron desde el macrismo, marcando acaso la más feroz crítica a la voluntarista idea del consultor ecuatoriano Jaime Durán barba de pelear con candidatos propios en todo el país.

La drástica decisión de bajar la lista, que seguro traerá cola, fue anunciada a través de un escueto comunicado el sábado por la noche, donde se informó que el PRO apoyaría al intendente interino Rodolfo Suárez, que ocupa el cargo desde agosto, cuando murió Víctor Fayad.

El anuncio conmocionó la política mendocina, porque el PRO venía de dar el batacazo en una de las capitales de provincia más importantes del país, con el debutante Senetiner –miembro de la respetada familia de bodegueros-, metiendo de la nada hace menos de un año dos concejales y consolidándose como segunda fuerza muy por encima del Frente para la Victoria y de la izquierda.

“Tomamos la decisión en Buenos Aires, como un gesto hacia el radicalismo, porque a nivel provincial queremos hacer frente con ellos y nos pareció buena oportunidad demostrar nuestra vocación en las elecciones de la Capital”, intentó explicar el presidente del PRO en Mendoza, Gustavo Cairo, subrayando acaso no inocentemente el lugar donde se decidió sacrificar la boleta macrista.

Cairo admitió que ante la intempestiva decisión “muchos se quedaron con el traje puesto” en el PRO mendocino, porque se veían con posibilidades de ganar la Intendencia o al menos entrar al Concejo Deliberante.

Interferencias

Sin embargo, la “señal” enviada al radicalismo y en especial a Cornejo –ya que el otro gran elector del radicalismo de Mendoza, el diputado Julio Cobos, está más cerca de Massa-, se ve interferida por la decisión que se tomó para la elección del municipio de San Carlos, en el idílico departamento del Valle de Uco.

Allí, el macrismo presentará candidatos propios para enfrentar al demócrata massista Jorge Difonso, pese a que encabeza una alianza muy amplia que incluye al radicalismo.

Difonso que había coqueteado con un alejamiento de Massa, finalmente terminó encolumnado con el líder del Frente Renovador y tejió con paciencia un frente que incluía a radicales, demócratas y macristas. Pero sorpresivamente y a minutos de que cerrara el plazo para presentar candidatos, el PRO decidió cortarse solo y anunció que concurrirá a las primarias del 22 de febrero con postulante propio.

El partido de Macri presentará entonces al empresario y comerciante local José María Abraham. “Ibamos a ir juntos, pero el intendente amagó primero con irse del massismo y volver al Partido Demócrata, que es nuestro aliado natural, y al final volvió con Massa y eso nos terminó de definirnos”, explicó Cairo.