La guerra entre el Gobierno y los jueces federales es ya inocultable. Las feroces críticas de Cristina Kirchner y sus funcionarios contra los magistrados no parecen intimidarlos y anoche lanzaron una dura advertencia contra la Presidenta: "nuestra obligación es erradicar corruptos".

El encargado de lanzar esa advertencia fue el presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo, quien encabezó la cena anual de la entidad. Allí estuvieron varios de los jueces que le quitan el sueño al Gobierno, como Claudio Bonadio, Ariel Lijo y Marcelo Martínez de Giorgi, quienes además compartieron mesa.

Las palabras de Recondo fueron en respuesta a la dura acusación de Cristina, que el sábado habló de "persecución" y tildó a los jueces de "secuaces judiciales" de los "sicarios mediáticos. "Somos secuaces de la Constitución Nacional y de las leyes; de eso sí", retrucó el juez de la Cámara Civil y Comercial Federal.

Recondo habló en el hotel Plaza ante más de 400 jueces llegados de diferentes puntos del país para participar de la tradicional cena de la Asociación de Magistrados, donde no hubo funcionarios kirchneristas ni tampoco la procuradora Alejandra Gils Carbó, según informó La Nación.

"Desde sectores, afortunadamente minoritarios, se nos ha acusado de opositores. Poca importancia tiene esto: es mi firme convicción de que cada uno tiene derecho a pensar como quiera; principio que parece olvidado por algunos...", afirmó Recondo.

No hizo falta que Recondo mencionara a la Presidenta, la advertencia fue durísima. "Se ha acusado al Poder Judicial de efectuar un ataque permanente contra algunos funcionarios públicos; me siento en la obligación de decir que los jueces y los fiscales no embestimos contra nadie: sólo ejercemos la jurisdicción -cumpliendo así con nuestra obligación legal- para garantizar el Estado de Derecho y erradicar de todos los rincones del poder a los corruptos", lanzó.

Recondo también habló de "persecuciones" contra los jueces y dijo que peleará contra los intentos de destitución cuando se traten de "una inadmisible vindicta" o del "resultado de operaciones inconfesables". "Hay denuncias que son vulgares aprietes", cuestionó.

Por otro lado, quien también hizo uso de la palabra fue Luis María Cabral, presidente saliente de la Asociación, que también denunció las presiones y embates oficiales contra los jueces. Según agrega el citado medio, Cabral hizo explícita referencia a Bonadio. Dijo que fue sancionado sin motivos valederos y "con la indudable intención de amedrentar al conjunto de los jueces". Fue allí cuando los presentes le regalaron un ruidoso aplauso al juez que allanó la empresa de Cristina y esta en la mira de todo el Gobierno.

Cabral también cuestionó la remoción de "funcionarios probos" del Consejo de la Magistratura para reemplazarlos por militantes de una mayoría circunstancial. Dijo, además, que se pretende "designar ilegalmente" a un juez subrogante en La Plata en el poderoso juzgado electoral bonaerense.