El kirchnerismo llega ajustado a la votación de parlamentarios del Mercosur y su mayor miedo es que Daniel Scioli se decida y logre frenar el proyecto en el Congreso.

Como explicó LPO, el gobernador es el principal perjudicado por esa ley, que habilitará a Cristina a integrar la boleta presidencial en las primarias y condicionar la interna del Frente para la Victoria.

Sus ataques al gobernador anoche volvieron a confirmar que cualquier intervención de Cristina no será para ayudar al gobernador.

Además, las encuestas que llegan a La Plata lo dan a Scioli arriba pero lo ponen en un panorama complicado si Cristina alienta con su candidatura un escenario de kirchnerismo y antikirchnerismo.

El proyecto se tratará el martes junto a la ley de telecomunicaciones en Diputados, donde el Gobierno tuvo que agregar varios aliados y aún así en la última sesión casi se queda sin quórum por las llegadas tarde de Sandra Mendoza, Dulce Granados, Carlos Raimundi y Gastón Harispe.

La tardanza de los dos últimos fue sólo por negligencia, Mendoza sigue enojada con Diana Conti y Juliana Di Tullio, pero el caso de Granados nadie pudo dilucidarlo.

Esposa del ministro de Seguridad de la provincia, Granados es la única voz del Frente para la Victoria cercana a Scioli. También trabaja con el gobernador Omar Plaini y curiosamente en la última sesión dejó de ayudar al oficialismo.

“Dulce dijo que estaba descompuesta, pero después se quedó y votó a la madrugada. Cuando pasan estas cosas no podemos volver a confiar en ella”, dijeron a LPO cerca de un diputado encargado de porotear.

La última votación de Diputados fue el Código Procesal Penal y se aprobó con 130 votos, uno más que lo necesario para la mayoría simple.

Para llegar fue clave el aporte de nuevos aliados como los neuquinos Adrián San Martín y María Inés Villar Molina, quienes llegaron de la mano del senador del MPN Guillermo Pereyra, ahora incorporado al peronismo federal.

San Martín y Villar Molina votaron en contra del kirchnerismo hasta hace unos meses y ahora son una pieza fundamental para sancionar leyes.

El martes no estará la salteña Eva Isa, de luna de miel; y volverá a sentirse la ausencia del renunciado Martín Insaurralde, porque su reemplazante Luis Cigogna recién se sentará en la banca cuando la sesión inicie y pueda jurar.

El Senado, el otro escollo

Así como en Diputados los intereses de Scioli tienen poco lugar en las reuniones del bloque oficialista, en el Senado el gobernador se hace pesar entre las bancas del Frente para la Victoria.

Su principal aliado es el jefe de esa fuerza Miguel Pichetto, pero también arrastra a otros como Marcelo Guinle y Aníbal Fernández.

El ex jefe de Gabinete se animó a cuestionar la idea de postular a Cristina en el Mercosur. “Es como tirarle un misil a una hormiga. Después de brillar en el G20, que vaya como candidata al Parlasur, que va a funcionar dentro de cinco años, no tiene ningún sentido”, planteó.

Curiosamente, el proyecto tuvo dictamen hace diez días pero no fue tratado en la sesión del día siguiente y recién sería aprobado el martes.   

La demora complicó la sanción del Senado para este año, porque en esa cámara un dictamen tiene que esperar una semana para ir al recinto.

La otra opción es que algún bloque opositor aporte los dos tercios para ponerlo en tratamiento el miércoles mismo.

El peronismo federal y la UCR no descartan dar una mano, porque ambos bloques creen que le puede ser útil una categoría más en la boleta.

Gerardo Morales promovió el viernes un acuerdo opositor para el Parlasur con el auditor Leandro Despouy como candidato. 

Pero el tema es que quieren hacer los senadores oficialistas. Fuentes del Senado aseguran que en las primeras conversaciones sobre la sesión del miércoles el tema Parlasur no fue considerado. Al menos por ahora.