La crisis interna que atraviesan las entidades rurales -que forman parte de las asociaciones que nuclean a los diferentes cultivos agrícolas- pareciera que va camino a profundizarse a medida que comienza a transitarse el último año del gobierno kirchnerista.

Hace algunas semanas atrás, La Política Online publicó en exclusiva la polémica que se había generado en la Asociación de la Cadena de la Soja (ACSOJA) porque un directivo de Federación Agraria (FAA), cercano a Pablo Orsolini, avaló las retenciones del 35%.

Ahora las miradas están puestas en la poderosa Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), una entidad en la que conviven más mal que bien representantes de los distintos eslabones de la cadena comercial de dicho cultivo intervenido por el Gobierno.

Resulta que, según pudo saber LPO con varias fuentes del sector, el escándalo se generó a partir de la polémica decisión del presidente de la Sociedad Rural (SRA), Luis Miguel Etchevehere, de retirar de Argentrigo a su entidad.

Al parecer, a Etchevehere no le agradó que algunos miembros de la Asociación se hayan manifestado en contra de eliminar la totalidad de las retenciones al trigo (que tributa un 23%), tal como lo vienen reclamando distintos sectores de la producción.

Esto quedó de manifiesto en la intervención de Gustavo Grobocopatel, quien, en el último Congreso de Argentrigo realizado en noviembre, dijo que "algo de retenciones debe tener el trigo", en línea con su acercamiento al gobernador bonaerense, Daniel Scioli.

La cuestión es que la afirmación de Grobocopatel terminó de colmar la paciencia de Etchevehere, dado que el Grupo Los Grobo -que preside el empresario agropecuario- es uno de los principales socios de Argentrigo por el sector de la producción.

Así las cosas, tras hacerse públicas las declaraciones, Etchevehere decidió retirar de Argentrigo al representante de la SRA, Carlos Vila Moret, un hombre que aspiró en algún momento a pelear la presidencia de la entidad rural más odiada por el kirchnerismo.

Como sea, la medida de Etchevehere despertó un fuerte malestar en Argentrigo. "Reclama diálogo y consenso y después pega el portazo cuando no piensan como él", señaló a este medio un alto directivo de la Asociación que prefirió no ser identificado.

En tanto, en Argentrigo remarcan que desde el punto de vista económico, la retirada de la SRA no tiene impacto alguno ya que el grueso de los aportes provienen de las empresas privadas que forman parte de la Asociación y de la industria molinera.

Por su parte, ante la consulta de LPO, Etchevehere aclaró que la decisión se tomó en una reunión de Comisión Directiva porque "no vemos la razón de estar sentados en la misma mesa con quienes le sacan la plata al productor".

"Las cadenas son acuerdos mínimos entre distintos eslabones para promover un determinado cultivo y esto se desvirtúa si los que están sentados en la misma mesa, aprovechando las herramientas que les da el Gobierno, nos están sacando la plata", agregó el dirigente.

"A la larga se demostró que nos perjudicamos todos, porque la siembra de trigo en la Argentina fue cayendo significativamente, como consecuencia de esta política restrictiva poco transparente", concluyó.