Las represalias por parte del kirchnerismo a los productores de soja está llegando a límites impensados. La semana pasada se supo que el Banco Nación, que preside el militante de La Cámpora Juan Ignacio Forlón, restringirá préstamos a los que retengan la cosecha.

Pero ahora, según denunciaron varios productores afectados por la medida a La Política Online, la entidad bancaria empezó en los últimos días a dar de baja las tarjetas de crédito. Es decir, el plástico que utilizan los sojeros para realizar compras particulares está siendo rechazado en los comercios.

La medida afecta también a la tarjeta "Agronación" que utilizan los productores agropecuarios y contratistas rurales para acceder a mejores condiciones de mercado y a un abanico de comercios con cobertura nacional para compra financiada de insumos a tasa preferencial.

El hecho de que dicha tarjeta sea rechazada afecta, en definitiva, a los comercios de venta de agroquímicos, fertilizantes, semillas, maquinaria agrícola, hacienda, instalaciones rurales, combustibles y neumáticos, que ven en los productores sus clientes preferenciales.

Además, cabe destacar que la restricción crediticia a los productores de soja llega justo al momento de la planificación de la próxima campaña 2014/15 en la que se esperaba, antes de esta medida, un área de siembra récord de 20,6 millones de hecáteas en todo el país.

Los productores, por su parte, prefieron no hablar por temor a represalias oficiales. "Cómo sé que no me están llamando de La Cámpora para sacarme información", respondió un empresario sojero ante la consulta de este medio.

En este escenario, otros productores optaron por el medio escrito para brindar información. Allí cuentan a LPO de qué manera el Banco Nación los está discriminando: "Fui a mi sucursal de la cual soy cliente hace 30 años y me dijeron que somos traidores a la patria", comentó.

Otro productor discriminado relata: "Me indignó que el propio Nación nos expulse a la banca privada porque siempre trabajé con este banco, nunca tuve un cheque rechazado, y tengo créditos por maquinarias al día y no uso el descubierto; no merezco este maltrato", apuntó.

Lo cierto es que los gerentes de las sucursales del interior del país están desorientados y algunos muy molestos porque son ellos los que deben tratar cara a cara con los productores a partir de las órdenes que les llegan desde el más alto nivel de una oficina situada en Buenos Aires.

Como sea, en el ámbito bancario y político no deja de llamar la atención la actitud tomada por el Nación en función del contraste que genera la medida restrictiva con respecto a las políticas de fomento a la producción por parte del Banco Provincia (BAPRO).

Sucede que, contrariamente al Nación, en Buenos Aires el BAPRO impulsó su producto estrella: se trata de la tarjeta "Procampo", que viene obteniendo muy buenos resultados en el sector. Además el BAPRO cuenta con los créditos blandos para productores afectados por inundaciones (una medida que se tomó durante las reuniones de la Mesa Agropecuaria bonaerense).

Mientras tanto, son los dirigentes rurales los que salen públicamente con los tapones de punta contra el Banco Nación: "No entendemos en qué están pensando para llevar adelante una medida de este tipo", dijo el candidato a presidente de Federación Agraria (FAA) Omar Príncipe.

"El Banco Nación contradice explícitamente su Carta Orgánica, que lo establece como un Banco de fomento de la actividad agropecuaria y también deja atrás la autarquía que debe tener la entidad para pasar a ser una herramienta de venganza", agregó el candidato de Eduardo Buzzi.

Por el otro lado, el dirigente de FAA, Pablo Orsolini, tuvo una visión un tanto particular que generó polémica tras considerar razonable que el Banco Nación discrimine a grandes productores sojeros para que realicen las ventas correspondientes.

"Vemos con asombro que las restricciones implementadas no contemplan la escala del productor", justificó el ex diputado y ahora candidato a presidente de FAA por la línea "Unidad Federada", que se opone al buzzismo.