Patricia Bullrich se las rebuscó para complicarle a Julián Domínguez lo que parecía ser un tratamiento tranquilo en comisión del Código Procesal Penal, que sí podría ocasionarle algún problema interno al oficialismo cuando se trate en el recinto.

De todos modos, el jueves el kirchnerismo le dará dictamen en un plenario de comisiones y siete días más tarde buscará darle sanción definitiva.

Como era de esperar, Domínguez giró el proyecto a las comisiones de Justicia, Legislación Penal y Presupuesto y Hacienda, pero le dio la cabecera a la primera y no a la segunda, presidida por la diputada de Unión Pro.

Esto ocurre por la decisión de darle participación al macrismo y a la UCR tomada por Cristina en marzo, cuando todavía sentía el impacto del triunfo de Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires.

Bullrich nunca fue contemplativa y menos ahora: como adelantó LPO, ayer anunció que no aceptaría que su comisión no sea tomada como cabecera evitaría convocarla para frustrar el plenario del jueves.

Su decisión obligó a una reunión urgente de Domínguez con Lucas Chedrese, secretario parlamentario, en la que la decisión no fue otra que resistir.

“El reglamento reserva para la Comisión de Justicia dictaminar sobre todo asunto o proyecto que se relacione con la organización y administración del Poder Judicial, del Consejo de la Magistratura, del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y del Ministerio Público; y sobre las leyes de procedimientos civil y administrativo”, señalaron en un comunicado.

“No existe impedimento alguno de tipo legal o reglamentario para iniciar el tratamiento del proyecto por el plenario de comisiones, respetando el orden de giros asignado”, concluyeron.

De inmediato giraron la convocatoria al plenario y están dispuestos a dictaminar sin que Bullrich haya hecho el llamado formal de Legislación Penal.

Como siempre ocurre en estos casos, la biblioteca está dividida porque el reglamento no se redactor contemplando las rebeldías de esta época.

En la oposición insistirán en que si una de las comisiones no fue convocada si los opositores de las otras dos no se sientan dirán que no hay quórum. Y reclamarán que ningún diputado de Legislación Penal firme dictamen.

Lo que nadie discute es que el entuerto puede resolverse en la próxima sesión si el oficialismo usa su mayoría para emplazar la comisión, como hizo varias veces la oposición cuando dominaba el recinto.

Pero el kirchnerismo no quiere que Bullrich le altere la apretada agenda que tiene para los próximos 15 días. El miércoles 3 se elegirán autoridades de la Cámara y al día siguiente está prevista la sesión para sancionar el Código.

Y una semana más tarde Domínguez quiere sancionada la ley de telecomunicaciones, que recién la semana próxima será sancionada en el Senado.

Por si fuera poco, Domínguez debe evitar fracturas en su bloque que le causen una sorpresa. Adriana Puiggrós ya le adelantó a LPO que no quiere aprobar el artículo que permite echar extranjeros que delincan, una posición que comparten los cuatro diputados del Movimiento Evita.

Si los aliados escasean, deberá pedirle que se abstengan para que no le falten votos. “Sabemos que el Senado hizo cambios y los veremos, pero al menos queremos pronunciarnos”, dijeron cerca de uno de esos diputados a LPO.