El superávit comercial se desplomó un 39% en octubre frente al mismo mes del año pasado, al pasar de U$S594 millones a U$S361 millones desde un período al otro.

El resultado se explica por un descenso en las exportaciones del 16%, que alcanzaron los U$S5.967 millones, mientras que las importaciones retrocedieron un 14%, al llegar a los U$S 5.606 millones.

Entre enero y octubre el saldo del comercio exterior mostró un resultado positivo de 6.151 millones, un 14,5 por ciento inferior al del mismo período de 2013, informó hoy el Indec.

De acuerdo a los datos oficiales, la caída de las exportaciones durante octubre se explica por una disminución de 13 por ciento en las cantidades, en tanto que los precios retrocedieron 4 por ciento.

En cuanto a los rubros de exportación, los números muestran una reprimarización de las ventas externas, ya que mientras las manufacturas industriales muestran retrocesos, los únicos avances se registran en el sector primario.

La venta de manufacturas de origen industrial (MOI) disminuyó 21 por ciento, arrastrada por una baja de 26 por ciento en el despacho de vehículos. Por su parte, los envíos de manufacturas de origen agropecuario cayeron 18 por ciento, comportamiento que se explica por una baja de 18 por ciento en residuos y desperdicios de la industria alimenticia.

La venta de combustibles y energía disminuyó 19 por ciento, producto de la crisis energética.

Por su parte, la exportación de productos primarios subió 2 por ciento, a partir de un fuerte crecimiento de 141 por ciento en los embarques de cereales. También crecieron los envíos de animales vivos (100%), hortalizas y legumbres (277%), frutas frescas (51%) y fibras de algodón (122%). En la vereda opuesta, los que más cayeron fueron las semillas y frutos oleaginosos, que marcaron un descenso del 68%, y los minerales metalíferos, cuyas exportaciones retrocedieron 29%.

A su vez, la baja de 14 por ciento en las importaciones se explica por un retroceso de 19 por ciento en las cantidades, con una suba de precios de 6 por ciento, lo que acaso demuestra el férreo control que sigue aplicando el gobierno sobre todas las compras externas, a excepción de las energéticas.

Es que de los siete capítulos en que el Indec divide las importaciones, sólo mostraron avances los bienes de capital(5%) y los combustibles(10%), además de los englobados en “Resto”(27%), que de todas maneras no tiene peso el total.

En paralelo, la compra de piezas y accesorios para bienes de capital se contrajo un 37 por ciento, y la de vehículos un 55 por ciento, luego de la devaluación y el impuestazo que impuso el gobierno sobre los autos.