La Juventud Universitaria Peronista se reunió para normalizar sus regionales y creó una mesa de acción política con representantes de todo el país, algunos alineados a la candidatura presidencial de Sergio Massa y otros a la de Daniel Scioli.
Pero el objetivo no fue justamente pronunciarse por un candidato sino poner en valor la JUP para los años que vienen, tras mucho tiempo de resistir las presiones de la Casa Rosada para sumirse a las órdenes de La Cámpora.
La pelea empezó en 2012, cuando en plena furia camporista la JUP rechazó los nombres que Eduardo Wado De Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque quisieron imponer para la FUA y hasta involucraron en la pelea al ministro de Educación Alberto Sileoni y al entonces jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina.
La historia terminó con la agrupación de Máximo Kirchner inventando su propia federación, aunque controla unos pocos centros de estudiantes del país. Con representación en universidades de todo el país, la JUP se quedó con el secretario general de la FUA, un cargo que mantiene y hoy ostenta Constanza Bossio, elegida como coordinadora de una mesa política.
“Nos diferenciamos de la Cámpora porque logramos crear un esquema que integra a los diferentes sectores del peronismo que es particularmente nuestro”, remarcó la estudiante de sociología, de 23 años, cercana a Alejandro Álvarez, docente de la Universidad de La Matanza.
Bossio avaló apoyos presidenciales, pero aclaró que lo principal es no dividirse. “Dentro de la conducción de la JUP, se encuentran compañeros que están tanto con el sciolismo como con el massismo y juventudes que participan en el esquema del gobernador de su provincia”.
“Pero nuestra prioridad es construir un peronismo universitario democrático y representativo de los estudiantes, no la subordinación a determinadas campañas electorales”, agregó.
Los sciolistas de la mesa son Gonzalo Amador y Mario Ríos (de la facultad del NOA); y los massistas Alejandro Benítez (Universidad del Sur) y Federico Argüelles (bonaerense), quien de todos modos aclaró que “las políticas planteadas por la JUP en las diferentes universidades de las que somos parte responden a una lógicas organizativa y de poder propia”.
Para remarcar esa línea, la mayoría de los miembros de la mesa política se definen como independientes. Es el caso de Santiago Letelle (Universidad de La Matanza), Jorge Krindges (NEA), Pablo Díaz (Centro), Nicolás Coarasa (cuyo).
Bossio y Argüelles se desentendieron por completo de Juan Carlos Sainetote, un ex miembro de la FUA enrolado en el Frente Renovador.
“No vamos a permitir que se utilice el nombre de la Juventud Universitaria Peronista para el beneficio particular de una persona, porque eso sería pasar por encima del trabajo de los compañeros que día a día defendemos y construimos el peronismo en la Universidad”, aclaró Bossio.
“Tenemos que salir a debatir con algunos sectores que, a pesar de ser minoritarios, cuentan con mucha prensa y quieren desprestigiar el modelo universitario argentino. Desde la JUP, tenemos que profundizar el modelo de educación superior que garantiza masividad y excelencia académica”, planteó la jefa de la mesa de conducción política.
“Todavía quedan muchos derechos por conquistar para que el acceso a la educación universitaria pública, gratuita y de calidad sea una realidad. Sabemos que el éxito en cualquier lucha depende de la capacidad de organización y movilización", cerró Bossio.
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Ahora si gana va a echar a los La Campora, habrá que indemnizarlos, y contratar a estos nuevos. Doble curro del PJ.