Jorge Difonso es un feroz ambientalista, que no ha dejado un segundo de oponerse a cualquier iniciativa minera en Mendoza. Es el intendente de San Carlos, y el primer massista mendocino. El senador Gustavo Valls viene del peronismo, y se hizo seguidor de Sergio Massa por invitación justamente de Difonso. Ahora, entre ambos, la relación se quebró, en una provincia donde el Frente Renovador tiene escasos dirigentes.

En la votación en el Senado provincial de la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de Hierro Indio, Valls decidió abstenerse, lo que desató la ira de Difonso. Según el intendente, apenas enterado de la situación, llamó a Massa, le explicó el panorama y le dijo que echaría a Valls del FR. Massa, según Difonso, estuvo de acuerdo, pese a que en su última visita a Mendoza, el bonaerense afirmó que los proyectos mineros pueden encararse con “adecuado control”.

Inmediatamente concretada la votación, Difonso dio un comunicado explicando las “violaciones” de Valls a distintos compromisos “adoptados por el Frente Renovador”. Y afirmó que dejaba de pertenecer al partido. Por su parte, Valls indicó que la DIA de Hierro Indio “es sustentable, y no viola la ley provincial 7.722”, consideraba antiminera por prohibir la utilización de químicos en el tratamiento de los minerales extraídos.

Asimismo, Valls dijo que se abstuvo porque “la discusión merecía más tiempo, pero lo hizo siguiendo mi consciencia”. Además, el senador afirmó que su postura la definió en coincidencia con el único diputado provincial massista, Daniel Cassia.

Pero más allá del escándalo renovador, el oficialismo logró, por un voto, que Hierro Indio avanzara a Diputados, donde, si pasa, se convertirá en el primero proyecto minero en comenzar a desarrollarse en Mendoza, tras el archivo de San Jorge a mediados del 2011. Esta aprobación provocó masivas manifestaciones en General Alvear, departamento vecino a Malargüe. A su vez, la izquierda y el radicalismo lo rechazaron, más allá de que no hubo mayores observaciones en el plenario de comisiones que analizó la DIA durante casi un mes.

El oficialismo se mostró exultante, ya que se trata de una señal importante para los inversores que esperan el apoyo del Gobierno provincial para poder avanzar con grandes inversiones, como es el caso de los rusos de San Jorge, quienes han prometido hasta 700 millones de dólares de inversión en los próximos 5 años si les aprueban la DIA correspondiente.