La agrupación de Máximo Kirchner ya le arma candidaturas paralelas a los intendentes kirchneristas de Lanús y Moreno, y ahora se dispone a jugarle la interna también a Daniel Di Sabatino en San Vicente, con el aval de Daniel Scioli y un contundente mensaje de Andrés Larroque.

Con las inundaciones, como sucedió también en Moreno, florecieron las internas en el oficialismo sanvicentino. Los militantes de La Cámpora se pusieron a repartir colchones y alimentos por kilos, copándole el terreno al intendente con los beneficios de la Anses.

De a poco empezaron a trasladar gente y copar el maneja de los cooperativistas, para además hacerse de un eje paralelo y un ejército propio. La línea la bajó el propio Larroque, "construyamos que tenemos aval para jugar", cuentan que dijo el diputado nacional.

El referente local es Esteban “Gato” Ramos, un militante de base de extrema confianza del “Cuervo” Larroque, y quien fuera manager y guía espiritual del grupo de cumbia social Clase K, que antes del lanzamiento de Cristina Kirchner en 2011 se metieron en los medios con sus cumbias a favor del “proyecto”.

Pero Ramos no da de candidato y en la agrupación de Máximo ya habrían elegido como representante a Diego “Chapu” Barralle, director de la Anses local. Tendrían definido incluso al primer candidato a concejal: Andrés Lorusso, que viene del Partido Socialista.

Barralle en realidad es de Almirante Brown, pero fue destinado a al organismo de previsión social de San Vicente y desde allí empezó a construir. Los dirigentes locales dicen que es “un soldado, el arquetipo del camporista. Lo vienen preparando desde hace un tiempo, no fue casual la decisión de meterlo en la Anses”.

La Cámpora ya amagó varias veces con romper con Di Sabatino, pero el problema es que nunca tuvo candidato para competir. El intendente, por su parte, es hombre cercano a Julio Pereyra y sus armas para defender el distrito dependerán en gran medida de cómo jueguen los barones del Conurbano, cada vez más cerca del Gobernador bonaerense.

Di Sabatino iría por su tercer mandato al frente del distrito de la Tercera Sección. Sólo que en esta vuelta la relación con La Cámpora, cada vez más tensa, le genera una complicación más en el panorama electoral, sumado a un massismo que también promete dar pelea.