En Diputados fue una sesión express, y en el Senado hubiera sido del mismo modo de no ser por la furia de los militantes de Mario Ishii que arrojaron huevazos y mayonesa sobre los senadores.

Lo cierto es que despejado ese incidente, la nota política fue el acuerdo del Frente Renovador y la UCR para aprobarle a Daniel Scioli el último presupuesto como Gobernador.

El acuerdo con el massismo ya estaba cerrado el martes. Las claves fueron bajar de $31.000 a $ 21.000 millones la autorización para tomar crédito y retirar un artículo que pretendía eliminar la tasa vial que cobran los municipios que controla el Frente Renovador. Con eso el oficialismo se garantizó el respaldo de los legisladores de Sergio Massa.

En tanto, unos ajustes en la reforma impositiva permitió al oficialismo contar con los votos del radicalismo. La base del acuerdo fue no modificar la base imponible de los campos y sólo actualizar la alícuota, tal como lo exigieron sectores rurales alcanzados por esta imposición.

Menos la bancada unipersonal de izquierda de Christian Castillo, toda la oposición acompañó el presupuesto planteado por Silvina Batakis, que siguió la sesión desde los palcos. En tanto, massistas, radicales y progresistas resaltaban una y otra vez la predisposición de los ministros de llegar a la Legislatura a explicar el cálculo de gastos y recursos.

En Diputados se destacó el discurso de Jorge Sarghini, con palabras claras cuestionó los superpoderes de Scioli. "Son poderes que tiene el Ejecutivo para modificar lo que hoy vamos a votar acá", dijo.

“La ley impositiva y el presupuesto muestran falacias. La progresividad de los tributos y la necesidad de ajustar el inmobiliario es un contrasentido. Desde el inicio de la gestión Scioli han crecido con fuerza los impuestos regresivos y han perdido los progresivos”, explicó el jefes de los diputados massistas. El aumento del impuesto Inmobiliario fue rechazado por el Frente Renovador y el Frente de Izquierda.

Desde la bancada del FAP, Juan Carlos Juárez apuntó al déficit de la provincia. “Ese déficit se ve cuando cualquier vecino se encuentra con la falta de insumos, el creciente deterioro de la infraestructura, o cuando el 60% de la cinta asfáltica de la provincia está en estado malo, muy malo o regular”.

En el Senado, el debate contó con el protagonismo de Ishii que chicaneó tanto a oficialistas como opositores y la sesión devino en una lluvia de huevos y mayonesa que obligó a Mariotto a un cuarto intermedio a la fuerza.

Pero en términos políticos se reprodujo el mismo acuerdo que en Diputados. El Frente Renovador, los radicales y el FAP acompañaron el proyecto del sciolismo.

El senador radical Carlos Fernández dijo en el recinto que “se llegó a una normativa con el mayor grado de consensos posibles” aunque remarcó que “no es el proyecto que hubiéramos deseado”. Además recalcó que la Agencia de Recaudación está “excediéndose en las facultades que tiene concedidas y pasa por sobre encima del rol de la legislatura” y por ello, pidió que Ivan Budassi concurra al Senado a dar explicaciones.

Mientras tanto, la senadora massista Malena Baro deslizó críticas y aseguró que “cuando observamos la rigidez que se le imprimió al gasto público provincial durante estos últimos años nos damos cuenta que las remuneraciones al personal representan el 50% del presupuesto en 2014, las transferencias corrientes, principalmente a municipios, el 22,3%, y la atención de las prestaciones a la seguridad social que representan el 17,3%”.