La relación venía caliente desde hace tiempo. La posibilidad latente de que Julio Cobos decidiera desistir de la pelea nacional y volver a competir para gobernador, generaba malestar en las filas del hombre fuerte de la UCR mendocina, el intendente de Godoy Cruz Alfredo Cornejo, a su vez el principal precandidato a gobernador el año que viene.

La interna terminó de estallar definitivamente este fin de semana, cuando la UCR local, en su congreso ordinario, se disponía a designar los cinco integrantes de la Junta Electoral. Cornejo se quedó con cuatro lugares, lo que hizo que las facciones más pequeñas dieran un portazo y provocaran una virtual rebelión contra el líder del partido. Cobos, apenas enterado de esto, decidió no ir al congreso, “por la falta de unidad”.

“Creo que los líderes deben ser generosos, y en el caso de a UCR, los que manejan el aparato contener a los sectores minoritarios”, disparó Cobos contra Cornejo, su ex mano derecha y principal armador político, el que craneó el romance con el kirchnerismo allá por el 2007. Desde las filas del cornejismo, no quisieron contestar las acuaciones, pero dejaron en claro que “el Alfredo no se baja”, en relación a la posibilidad de que Cobos deje la pelea nacional y se incline por la Gobernación.

Parece que fue hace años la reunión que compartieron Cobos y Cornejo en un café un viernes por la noche de hace dos semanas. Allí, el ex gobernador le “juró” al intendente qie no competiría en Mendoza. Pero la semana pasada, las alarmas del cornejismo se encendieron cuando a medios nacionales Cobos amenazó con bajarse de la carrera presidencial si Unen no mejora en las encuestas.

El Congreso

Cornejo hizo pesar sus números en el congreso partidario del fin de semana. Impuso, gracias a su reciente alianza con Rodolfo Suárez, el reemplazante del fallecido Víctor Fayad en la Intendencia de la Ciudad de Mendoza, para quedarse con 4 de los 5 puestos en la Junta Electoral. Concretado el copamiento, los otros precandidatos del radicalismo para la Gobernación –Enrique Vaquié, Laura Montero y Mario Abed- decidieron abandonar el cónclave, y avisarle a Cobos lo que había pasado.

Inmediatemente, el ex gobernador mandó a decir que no iría al congreso, solidarizándose con los sectores minoritarios del partido que habían desafiado a Cornejo. Luego, Cobos pediría “generosidad” a su ex mano derecha, ministro de Gobierno y de Seguridad, además de armador político. Ahora, ambos dirigentes se miran con desconfianza.

“Cobos no le puede pedir lealtad a nadie”, chicaneó un cornejista respecto a los pedidos del ex vicepresidente para que el indentente de Godoy Cruz trabaje en su candidatura. Es que, además de las desconfianzas mutuas, Cornejo quiere asegurarse ser el próximo gobernador de Mendoza llevando en su boleta la mayor cantidad de candidatos a presidente posibles, se llamen Cobos, Carrió, Binner… o Macri.

Los coqueteos de Cornejo con el porteño son habituales. No es raro que cada tanto, funcionarios de la Municipalidad de Godoy Cruz vayan a la Capital Federal a firmar algún convenio con funcionarios macristas, y se desagan en elogios hacia el jefe de gobierno. Al mismo tiempo, Cornejo se ha reunido con Macri varias veces, buscando “entendimientos” para un acuerdo. Hace dos semanas, se encontraron en San Rafael. Si bien los cornejistas juran que no hubo reunión, la foto que se tomaron juntos dio mucho de qué hablar, y desató la ira del cobismo.

Ahora, con este nuevo episodio, frontal entre ambos, el clima en la UCR mendocina está que arde. Por un lado, los cobistas miran con desconfianza a Cornejo, quien lleva al menos 8 años preparando su candidatura. Por el lado del intendente, analizan con detenimiento los movimientos de Cobos, temiendo que se decida a volver a Mendoza porque su precandidatura a presidente no termina de despegar.