El gasto público sigue creciendo a pasos agigantados y la diferencia con los ingresos es cada vez mayor, lo que llevó a un aumento exponencial del déficit público. De acuerdo a los datos oficiales publicados hoy por el Ministerio de Economía, el gasto aumentó en agosto un 49% frente al mismo mes del año pasado, al pasar de $63.147 millones a $94.267 millones.

Según las planillas difundidas hoy por el Palacio de Hacienda, el resultado primario fue positivo en $868 millones y acumula un superávit de $3.838 millones en los primeros ocho meses del 2014. 

Mientras tanto, el resultado financiero mostró un rojo de $1.877 millones y se duplicó frente al de agosto del 2013. En el acumulado del año, el déficit es de 40 mil millones de pesos, más del doble del que hubo en el mismo período del año anterior.

Sin embargo, lo más preocupante es el peso creciente que tienen sobre los ingresos las “rentas de propiedad”, conformadas por los aportes que le giran al Tesoro el Banco Central y la Anses. En agosto, esos recursos sumaron $16.533 millones, casi diez veces más que lo mostrado en igual mes del 2013 y más de lo que le habían girado esas entidades entre enero y agosto del año pasado.

La cifra equivale a un tercio de los ingresos del gobierno durante agosto pasado: los ingresos “genuinos” provenientes de impuestos y la seguridad social crecieron sólo al 28%. Es decir que sin tener en cuenta estos fondos, los ingresos crecieron unos 21 puntos porcentuales menos que lo que creció el gasto.

Si se restan las rentas de propiedad al resultado financiero, las cuentas públicas muestran un déficit de $20.277,4 millones en el mes y de $119 mil millones en los primeros ocho meses del del año, cuando en el acumulado durante el mismo período de 2013 el rojo había dado $32 mil millones, un monto más tres veces más chico.

El 2013 había cerrado con un déficit “ajustado”-sin aportes del BCRA y Anses- de más de $120 mil millones. Este año, el acumulado entre enero y agosto ya está por alcanzar esa cifra. Y todavía falta la última parte del año, en donde se concentran los gastos fuertes.

Pronósticos

Dos economistas consultados por LPO pronosticaron que el déficit financiero “limpio” cerraría el 2014 con la friolera de 275 mil millones de pesos.

“Nos preocupa que el gasto se cubra con emisión monetaria”, reflexionó Ramiro Sosa Navarro, titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba. “Si el gobierno hubiera financiado el déficit con endeudamiento externo le habría puesto un piso a la caída de las reservas y al nivel de actividad”, se lamentó el analista.

“El gasto no es independiente de cómo lo financies. Si se hace con emisión monetaria es igual a cobrar un impuesto: no incrementa la producción ni la productividad, pero aumentan los precios y eso hace caer el nivel del poder adquisitivo. Es como cobrarle un impuesto a un asalariado. Lo único que genera es inflación y caída en el nivel de actividad”, sentenció Sosa Navarro.

“El aumento del gasto con emisión termina siendo recesivo. Porque impacta en los precios y eso hace bajar los salarios y con ello el consumo, que explica el 65% del PBI”, sostuvo.

“El gasto está subiendo por arriba de la inflación, pero la recaudación no”, apuntó Martín Polo, de la consultora Analytica.

Polo detalló que el gasto en subsidios viene creciendo a un ritmo del 65% interanual y eso llevó a que el bache fiscal pasara de 20 mil millones de pesos durante enero y agosto del año pasado a los $80 mil millones de este año.

Además, el economista recordó que el nuevo índice de precios reconoció una inflación más alta y eso afectó los intereses que paga el gobierno ajustados por el CER, lo que amplificó el rojo financiero del sector público.

Polo advirtió que el año próximo el déficit podría llegar a los $400 mil millones, incluso si el gobierno consiguiera achicar la brecha entre los gastos e ingresos y moderando el ritmo de la expansión monetaria.

"A fin de año no entran tantos ingresos por Ganancias y aumenta el gasto por aguinaldos, jubilaciones, y transferencias discrecionales a las provincias", adelantó el consultor.

"Se corre el riesgo de que haya una expansión muy fuerte en la cantidad de dinero", concluyó Sosa Navarro.