La recaudación de las provincias medida en términos reales entró en terreno negativo por efecto de la estanflación de la economía argentina, por lo que las finanzas de los gobernadores se encuentra en terreno pantanoso y si la tendencia no repunta no podrán cerrar sus cuentas a fin de año.

De acuerdo a un informe reciente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal(Iaraf), los recursos crecieron durante enero y agosto a un ritmo nominal del 35% frente al mismo período del año pasado. Sin embargo, si se tiene en cuenta la erosión que provoca la suba de precios, ese número se transforma en una caída del 9,6%, estima el reporte.

“La comparación de cifras expresadas en pesos corrientes muchas veces carece de sentido práctico, pues poco informa sobre el verdadero poder adquisitivo o valor real de esos valores”, advierten en el Iaraf, por lo que a los valores brutos hay que restarles una inflación interanual del 44%, según calculan los centros de estadísticas que no dependen del gobierno nacional.

Así, hasta agosto sólo cinco distritos de los catorce relevados le ganaron a la suba de precios y consiguieron recaudar más en términos reales. Aquellas provincias privilegiadas son Neuquén y Entre Ríos con un crecimiento real del 13%, y Río Negro, Corrientes y Salta, que aumentaron sus ingresos medidos en términos genuinos entre un 0,2% y un 1,7%.

“En el otro extremo se encuentran Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y San Juan cuyos ingresos tributarios se contrajeron en 10,9%, 12,3%, 14,4% y 23,8%, respectivamente”, puntualiza el documento del Instituto. “Por su parte, El Gobierno Nacional también sufrió una contracción de su recaudación tributaria equivalente a 10,4%”, detalla.

LPO había adelantado que a las provincias les faltan más de 10 mil millones de pesos para poder cerrar el año sin sobresaltos. Esa plata deberá salir de nuevas emisiones de deuda en el mercado local-ya que el default bloqueó la posibilidad de financiarse en el exterior, como planeaban los pocos gobernadores que tienen acceso a los mercados internacionales-, ya sea con bonos de largo plazo o letras de corto plazo, aumentando impuestos, pidiéndole prestado al gobierno nacional, o con aumentos de los Aportes del Tesoro Nacional(ATN) hacia los distritos.

“Las finanzas públicas de los distintos niveles de gobierno enfrentan este año un desafío importante. A diferencia del pasado año en el que el nivel de actividad y la inflación se conjugaban para obtener incrementos reales en la recaudación para hacer frente a sus gastos; en lo que va del 2014 dan cuenta de un escenario de estanflación que, mientras por un lado erosiona en términos reales el poder de fuego de lo recaudado, por el otro mantiene o acrecienta las demandas de erogaciones (notablemente, las salariales)", analizan en el Iaraf. 

“Si se tienen en cuenta los principales impuestos sobre las transacciones, es decir si se suman Ingresos Brutos e impuesto a los Sellos, puede observarse que más del 80% del financiamiento propio provincial está relacionado directamente con el ciclo económico", diagnostica el informe. Para el Iaraf, el problema es que "la estructura tributaria de las provincias continúa siendo altamente pro‐cíclica, es decir, descansa sobre impuestos que se relacionan directamente con el nivel de actividad económica”.

"Los grados de libertad de la política fiscal, por su parte, son cada vez menos, pues la presión fiscal sobre la economía formal se encuentra ya en un máximo histórico”, concluye el reporte.