A Gabriel Mariotto no le gustó la cobertura previa que hizo LPO del acto de conmemoración del “San Mariotto”, el quinto aniversario de la ley de Medios con el que el vicegobernador intentó retomar la iniciativa de su extravagante candidatura para suceder a Daniel Scioli.

El ex titular del Afsca encabezó anoche la habitual liturgia de los lunes que hace la agrupación “La Oesterheld” en el Torquato Tasso, el teatro ubicado frente al Parque Lezama.

Según relató a LPO uno de los dirigentes que estuvo arriba del escenario cuando se soplaron las velitas de una torta en conmemoración al santo patrono de la ley de Medios, los organizadores emitieron una especie de documental con testimonios diversos –como el de Javier Vicente, el “relator militante”- a favor de la figura de Mariotto, tal como hace diariamente la agencia de noticias del presidente del Senado bonaerense.

En el video aparecía el vicegobernador golpeando un saco de arena como el que usan los boxeadores, con imágenes intercaladas de sus míticas peleas con los periodistas de los “grupos concentrados”.

Luego del documental, repartieron estampitas con la figura de Mariotto con una aureola encima y la leyenda “San Mariotto”, seguida de una plegaria dirigida al vicegobernador.

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"Protégenos de la malvada concentración mediática. Márcanos el camino de la pluralidad audiovisual eterna. Haz en nosotros la dignidad, más libéranos del discurso único. ¡Amén y viva Perón!”, leyó arriba del escenario uno de los “caniches de Perón” –así lo presentaron- que fue el encargado de hacer repetir la oración a todo el público.

Una vez que terminaron de rezar la oración, con Mariotto arriba del escenario y la gente debajo cantando “Borombombón, borombombón, Gabriel Mariotto, gobernador”, el lomense tomó la palabra.

Tras algunas definiciones en su acostumbrado lunfardo, en las que les pidió a los militantes que aprendieran a “vivir en la incertidumbre” y esperaran “a dos días antes de las elecciones” para apoyar a un candidato kirchnerista, Mariotto se las tomó con LPO.

Aclaró, como si hiciera falta, que toda la parafernalia del San Mariotto era en “sorna” y no cómo lo cuentan “esas páginas cloacas” –LPO fue el sitio que relató la beatificación del lomense-, que “hablan de uno como si fuera un boludo”. Los santos también se enojan.