Sergio Berni quiere ser elegido miembro del Comité ejecutivo de Interpol, cuando el 7 de noviembre venza el mandato del chileno Marcos Vázquez Mesa y se reúna en Mónaco la asamblea que define al sucesor. Según informó Clarín, los miembros del Consejo Ejecutivo deben ejercer en sus países de origen responsabilidades en seguridad y policía, para aportar esa experiencia a Interpol. 

El comité debe “supervisar las ejecuciones de las decisiones adoptadas por la Asamblea General”, que integran los representantes de los 190 países; “preparar la agenda de sesiones” de esa Asamblea, “someter a esa asamblea un proyecto de trabajos que considere útil y supervisar la administración y trabajo del secretario general”, que es actualmente el norteamericano Ronald Noble, informó Clarín. 

El comité esta integrado por una presidenta, la francesa Mireille Ballestrazi, tres vicepresidentes y nueve delegados que representan a las diferentes zonas que han adherido a Interpol. Estos delegados tienen un mandato de tres años y no pueden ser reelegidos. 

Berni empezó su campaña con una visita en marzo a Lyon y viajará junto al canciller Héctor Timerman a la Asamblea General de Interpol en Mónaco para tratar de ser el elegido. 

El organismo se reunirá entre el 3 y el 8 de noviembre, pero Berni sabrá si fue seleccionado o no en la votación del día 7. Competirá contra un candidato un brasileño y otro colombiano. 

La “Task Berni” en la cancillería argentina envío cartas a todos los países para que apoyen su candidato, y las embajadas argentinas en cada país del mundo tienen la misión de conseguir el voto a favor de Berni por orden del canciller. 

La decisión de postular a Berni fue adoptada por la presidenta y apoyada por la cancillería. Fuentes responsables insisten que “no fue un proyecto personal de Berni sino una decisión de su gobierno”. Mireille Ballestrazi estuvo en Buenos Aires recientemente, en un intento de Berni de “contar sus porotos” con vistas a la votación. 

Con siete oficinas mundiales, Interpol tiene una de sus bases de operaciones en la Argentina, y el gobierno le ha cedido instalaciones en las dependencias porteñas de la Policía Montada. Desde el 2011 hay un segundo centro de comando y coordinación operativa en Buenos Aires. 

Estos centros funcionan las 24 horas, los 365 días del año, y tienen como función monitorear amenazas, coordinar intercambios de inteligencia, lanzar alertas naranjas o rojas, monitorear fuentes para evaluar amenazas y gestionar las crisis en grandes incidentes. 

Interpol tiene una función más amplia que encontrar fugitivos o hacer listas de buscados. Facilita la “mutua asistencia” entre todas las autoridades que investigan delitos, y permite a las policías de todo el mundo comunicarse entre ellas en forma segura. También hace análisis de inteligencia y tendencias criminales, y combate el narcotráfico a nivel global.