Agobiado por la necesidad de fondos, el Gobierno nacional tiró por la ventana su discurso pesificador y se sumó a una estrategia para tomar deuda que cuestionó largamente. El Ministerio de Economía que conduce Axel Kiciloff confirmó hoy que retornará al mercado voluntario de deuda con la emisión de un bono por 1000 millones de dólares a dos años de plazo, pagadero en pesos pero que se ajustará por la variación del tipo de cambio oficial.

Economía llamó hoy a una licitación para el próximo jueves 23 de octubre del denominado BONAD 16 con tasa de 1,75 por ciento para un cupón semestral y que será actualizado bajo el sistema "dollar linked", que hasta ahora sólo habían implementado las provincias y la administración porteña de Mauricio Macri: es la primera vez que hay una emisión soberana de este tipo de títulos.

La emisión podrá realizarse en uno o más tramos y en este primer llamado se subastarán 500 millones de dólares ampliables, según precisó el comunicado del Palacio de Hacienda.

El texto destacó que “se aceptarán en su totalidad las ofertas que tengan un precio mayor al que se fije como precio de corte”, mientras que las ofertas al precio de corte serán aceptadas hasta cubrir el monto a adjudicar, pudiéndose proceder a efectuar prorrateos en forma proporcional a los montos solicitados a dicho precio.

La amortización del título será íntegra al vencimiento que operará el 23 de octubre de 2016.
Los intereses serán pagaderos semestralmente los días 28 de abril y 28 de octubre de cada año hasta el vencimiento.

Los títulos serán nominados en dólares, la moneda será en pesos al tipo de cambio inicial y la moneda de pago pesos al tipo de cambio aplicable, que surgirá de la variación del tipo de cambio oficial.

Según fuentes del mercado financiero, la emisión estaría destinada principalmente a las compañías de seguro, que podrían reemplazar la porción de títulos en moneda extranjera que hoy tienen en cartera por este nuevo papel. 

De esta manera el gobierno nacional retorna al mercado de deuda voluntario nominado en dólares, aunque las monedas de pago será el peso.

Esta operación se realiza en momentos en que se especula con un arreglo con los fondos buitre a partir de 2015, como le insinuó a los bancos extranjeros el presidente del Banco Central durante su viaje a Nueva York.

Además, será una prueba para testear la percepción del mercado en medio del conflicto del gobierno con los holdouts.