Pese al polémico voto de la Ley de Abastecimiento y el acompañamiento al canje de deuda y el Código Civil, en el massismo aseguran que Martin Insaurralde se va a aliar al Frente Renovador y se llevará con él al menos diez intendentes peronistas, en un pase que podría demorarse hasta el año que viene.

El dato se lo confió a LPO un intendente del Conurbano que trabaja codo a codo con Sergio Massa. Los diez intendentes son los que reunió en un reservado del restaurant Estilo Campo de Puerto Madero, donde para despistar dejaron filtrar a la prensa que se habló sobre su regreso al oficialismo.

Insaurralde, que está en diálogo con varios jefes comunales y legisladores nacionales, podría volver además a Lomas de Zamora en los próximos meses. Mientras esperan que maduren las condiciones, Insaurralde y el diputado Mauricio D'Alessandro -a quien se menciona como su vice- harán un poco de medios con la chilena Pilar Sordo, una suerte de gurú new age que explica como se alcanza la felicidad.

Como sea, un dato central para entender este movimiento es el futuro del ministro Randazzo. En el peronismo aseguran que finalmente el ministro de Transporte será el candidato a gobernador de Daniel Scioli y atribuyen a ese viraje a ciertos mensajes envenenados -vinculados a proveedores- que le habría enviado la Casa Rosada, para alinear sus ambiciones.

El rumor del pase de Insaurralde es tan fuerte que hasta el propio Gustavo Posse que había adelantado que Insaurralde “estaba adentro”, ayer salió a criticarlo por su voto a favor de la Ley de Abastecimiento. “No va a poder salir a la calle cuando encarcelen a un productor", manifestó el líder de San Isidro.

Otro dato es el proyecto impulsado por Elisa Carrió para limitar la superposición de cargos electivos, que en principio tiene el visto bueno del kirchnerismo. Lo paradójico es que de prosperar esta ley, Insaurralde tendría el camino hecho para en vez de renunciar al municipio, darse de baja en el Congreso de la Nación.

Los diálogos entre Insaurralde y los intendentes se da en el conurbano e incluso en el interior, con uno de los sectores más “cristinistas”, el grupo Los Oktubres. Los más cercanos son el intendente de Bolivar, Eduardo “Bali” Bucca, el de Castelli, Francisco Echarren, y Juan Pablo de Jesús, de la Costa, que es amigo del novio de Jésica Cirio.

Una de las opciones que evalúan en el entorno del lomense es formar un partido propio y replegarse en la provincia. Si es que todavía no lo hizo, a Insaurralde le basta con comprar cualquier sello bonaerense que reúna los requisitos pedidos por la ley, y sumarle afiliados.

De esta forma, puede negociar en cualquier frente y llevar a su propio apoderado para intervenir en las listas. El destrato que el kirchnerismo suele darle a los intendentes, sin posibilidad de meter legisladores y encima habilitando colectoras que los debilitan, puede tentar a más de un jefe comunal a sumarse a la fuerza de Insaurralde en alianza con el massismo.

Según dejan trascender en su entorno, Insaurralde no sólo pretende elegir a su compañero de fórmula y a su sucesor en Lomas de Zamora, además pretende avanzar en la lista de legisladores. La idea es que haya diputados que respondan directamente a la provincia, para emular el poder territorial que supo construir en su momento Eduardo Duhalde.

El regreso de Insaurralde a Lomas modifica el tablero distrital. En principio, le complica las cosas al intendente interino Santiago Carasatorre, que aparecía como el candidato natural para suceder al diputado.

La tensión en Lomas se da entre Carasatorre y el jefe de Gabinete, Guillermo Viñuales. Pero ambos temen que el jefe finalmente elija a su hermana de candidata, Alejandra Insaurralde, que ahora se desempeña como subsecretaria de Modernización municipal.

Las especulaciones con el candidato que más mide en provincia también repercuten en los posibles candidatos massistas de Lomas, Diego Molea y Gabriel Mércuri. Es otro frente que Insaurralde deberá sentarse a negociar, en caso de que finalmente decida aliarse al tigrense.