Rosario
El escándalo narco ahora complica la candidatura de Lifschitz
El senador socialista es el candidato más firme para suceder a Bonfatti. Lo acusan de beneficiar al narco asesinado.

Las declaraciones de la madre de un traficante que acusó al gobernador Antonio Bonfatti de recibir dinero del narco generaron un fuerte cruce entre diputados justicialistas y el gobierno provincial. Desde el oficialismo denuncian campaña sucia.

La publicación en Página 12 de las versión taquigráfica de la Comisión que investiga el crimen de Luis Medina en diciembre pasado, produjeron fuertes cortocircuitos en la Cámara Baja

“Hay una campaña sistemática” afirmó el ministro de Gobierno, Rubén Galassi mientras que el gobernador sostuvo que "el intento de asociar al Partido Socialista con el narcotráfico no es más que otro capítulo con el que se busca poner en foco una mentira burda, una patraña, una calumnia”

Según el gobernador, las calumnias a las que hace referencia son los dichos que publicó el periodista Horacio Verbistky en el matutino kirchnerista donde se transcribieron párrafos de la versión taquigráfica de las declaraciones de la madre del narco asesinado Luis Medina a fines del año pasado.

En el marco de la Comisión que se creó en Diputados y que investiga el derrotero de la Mac del presunto narco que cayó en manos de funcionarios políticos, presuntamente sin autorización judicial, minutos después de su asesinato, fue citada a declarar la madre del hombre ultimado junto a la madre de su pareja, Justina Pérez Castelli también muerta en aquel sangriento 28 de diciembre del año pasado cuando circulaban en un Citröen C4 por Avenida Circunvalación.

La madre de Medina, Ana María Frascona, aseguró que su hijo había aportado fondos para la campaña del ahora gobernador Bonfatti. “Lo queremos ayudar”, le habría confesado Medina a su madre a quien le pidió consejos para negociar el aporte.

Frascona, quien tenía pasado militante en las filas del justicialismo, le recomendó acordar determinadas condiciones a cambio de la plata: “Porque si vos ayudas le tenés que pedir, por ejemplo, si van diez cargos, si es mucho lo que van a poner entre todos, decidan una persona de ustedes y lo ponen en la lista de concejales, en la lista de los diputados o de lo que fuere”, dijo según la versión taquigráfica de sus declaraciones.

También la madre de Medina habló de la inauguración del boliche Esperanto en Rosario, cuya franquicia administraba su hijo y que fue habilitado por la gestión de Miguel Lifschitz.

“Estaba la crema de la crema narcosocialista. Vi un montón de socialistas. Estaba hasta la Intendenta”, aseguró Frascona quien agregó que “la intendenta le ofreció a él, y de eso doy fe, los galpones donde está el tren, todos esos galpones se los ofreció gratis”, para reubicar el boliche por la incomodidad de los vecinos que se opusieron desde un primer momento a su apertura.

Las acusaciones de la oposición

“El senador Lifschitz (actual candidato a la gobernación) deberá dar cuentas de porqué habilitó Esperanto un día antes de que se termine su gestión”, apuntó el diputado justicialista, Héctor Acuña, en conversación con LPO.

La acusación golpea a Lifschitz en un momento inoportuno. El socialista está enfrentado internamente a Bonfatti y su jefe Hermes Binner, que lo sacaron de carrera en el anterior turno electoral, cuando todo indicaba que iba a ser el próximo gobernador. De alta intención de voto en Rosario y líder del sector predominante del socialismo rosarino, ahora su candidatura a gobernador aparecía inevitable para Bonfatti y Binner.

Este escándalo lo debilita internamente y alimenta las ilusiones de sus adversarios de volver a sacarlo de la cancha. Pero claro, el escándalo es tan extenso que mancha a todos los socialistas.

Según Acuña, uno de los que compone la Comisión investigadora, que el socialismo se negó a integrar, y presidente de la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja, el ministro Galassi “aún no aclaró porqué tenían tanto apuro en conseguir la información que Medina tenía en su computadora que envió, sin autorización judicial, en un procedimiento por demás de irregular a Echaniz y Degrati para quedarse con la máquina y hacer una copia de todos los archivos”.

Para Acuña, ese apuro se explicaría “porque tienen miedo que aparezcan pruebas de los aportes que Medina hacía al gobierno”, concluyó el diputado a este medio.

Las declaraciones de Acuña irritaron al núcleo íntimo del gobierno provincial y hacia él llovieron las acusaciones.

“No se animan a hacer las denuncias en Santa Fe porque en la provincia nos conocen. Nos acusan de esto y de lo otro, y yo les digo: se les va a volver el tiro por la culata. Si hay algo que defenderé hasta el último momento es la honestidad y la transparencia del gobierno. Que vayan a la Justicia a hacer la denuncia, no a los medios de comunicación, que se animen a venir acá, que no se aprovechen y que no quieran hacer política a partir de la destrucción y atacando a funcionarios", dijo el mismo Bonfatti a medios locales.

Medina estaba señalado como uno de los posibles ideólogos del atentado a la casa del gobernador en octubre del 2013. Su socio, Germán Tobo, fue asesinado de ocho balazos a principios de septiembre último en la puerta de la concesionaria que administraba a pocos metros de la Jefatura de policía de Rosario.

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