El gobierno implementó un feriado cambiario virtual para intentar calmar al dólar en todas sus cotizaciones, después de la renuncia de ayer de Juan Carlos Fábrega a la presidencia del Banco Central y su reemplazo por el morenista Alejandro Vanoli.

En un escenario de recalentamiento en el valor del blue, el "contado con liqui" y el dólar Bolsa-que para los analistas insinúa una corrida inminente-, el gobierno optó por congelar todas las operaciones con divisas: tanto las compras para ahorro que autoriza la Afip, como las ventas destinadas a las importaciones, que el Central regula cada vez con mayor fuerza. En tanto, los cueveros del microcentro optaron por bajar sus persianas, a la espera de un salto en la cotización del billete en el mercado paralelo.

La primera señal fue el colapso de la web de la Afip que se utiliza para hacerse de divisas de manera oficial, desde que el organismo conducido por Ricardo Echegaray volvió a habilitar la compra de moneda extranjera para atesoramiento, en el verano de este año.

Quienes intentaban ingresar a la página de internet encontraban que estaba "colgada" y no podían hacer sus pedidos.

En tanto, la Afip cortó la comunicación directa con los bancos, que no pudieron conectarse al sistema informativo del ente recaudador.

El comercio exterior no se salvó de los controles y también vivió un día negro. Es que durante la jornada prácticamente no hubo autorizaciones para importaciones y exportaciones, agudizando las restricciones sobre las compras externas todavía más.

Las medidas se enmarcan en la obsesión del gobierno por mantener clavado el valor del dólar oficial, que bajó un centavo y cerró en $8,46.

Mientras tanto, en la city porteña las cuevas trabajaron a media máquina. Los operadores del blue especulan con una nueva disparada en el blue y estuvieron reticentes a desprenderse de los billetes verdes, lo que dejó a la cotización en unos $15,50, diez centavos por debajo de ayer.

Además, muy pocos arbolitos sobre la calle Florida se animaron a pasar precios a los potenciales compradores; mientras que otras cuevas dejaron de atender los teléfonos pasado el mediodía, reveló Ámbito.com.

Tras el cierre del Banco Meriva esta mañana, acusado el martes por la propia presidenta de querer desestabilizar al gobierno con maniobras para forzar una devaluación, el temor a nuevas medidas de ese tipo se extendió al resto del mercado, que salió a desprenderse de papeles, lo que hizo descender el tipo de cambio implícito 46 centavos a $ 13,90, y el dólar bolsa a $ 14,06.