La coyuntura económica actual tuvo mucho que ver en la drástica caída, en cinco años, de la cantidad de turistas extranjeros en arribar a bodegas argentinas, pasando de un 44% del total en el 2008 a apenas 18% en el 2013.

Así se desprende del VIII Informe Nacional de Turismo Vitivinícola, realizado por el Observatorio de Turismo del Vino, a cargo del Departamento de Turismo de Bodegas de Argentina, con la ayuda de la universidad privada mendocina Champagnat.

El dato alentador es que la cantidad de visitantes a las bodegas argentinas abiertas al turismo reflejó un aumento de 7% respecto al año 2012, totalizando 1.445.768 personas. Estas cifras indican que “Bodegas de Argentina ha estado trabajando durante más de 15 años para poner de relieve la importancia que tiene el turismo del vino y gracias al Plan de Consolidación del Enoturismo en la Argentina, pudimos perfeccionar el observatorio”, detalló Gabriel Fidel, director del Observatorio.

En ese sentido, el especialista indicó que “estos logros son gracias a la interacción público-privada, donde todos tenemos un rol importante: el estado provincial, nacional, los gobiernos municipales y toda la cadena de valor del sector privada tanto la del vino como del turismo”. Así, los datos indican que el turismo vitivinícola creció nada menos que 241% desde el 2004 al 2013, muy por encima de la actividad en general (58%).

Sin embargo, cuando se presentó el informe, el aspecto que se confirmó como en franca caída es la llegada de turistas extranjeros a las bodegas argentinas. Mientras su pico fue en el 2008, previo a la crisis internacional, con 44% del total, el año pasado apenas representaron el 18%, con una caída de 60%.

Las razones explicadas, con reserva, por los especialistas relacionados al estudio, tienen que ver con el atraso cambiario, que atenta contra el poder adquisitivo de los extranjeros. Al mismo tiempo, en la industria se queja porque “son los que más compran en las bodegas”.

Claro que desde el sector no subestiman al turista nacional, “pero podríamos tener a ambos en crecimiento en vez de tener que resignar participación de los extranjeros”, se quejan.

Respecto a los que vienen de fuera del país a ver las bodegas locales, el desglozado indica que provienen, en este orden, de los siguientes países: Brasil, Estados Unidos, Chile, Inglaterra, Francia y España.

Mendoza, como era de esperar, tiene la mayor concentración de bodegas y a su vez de establecimientos vitivinícolas con oferta turística. Así, la provincia cuyana concentra el 63% del total, seguida por Salta (12%) y Catamarca (7%).