TOTAL, ENTRE OCTUBRE Y DICIEMBRE HABRÁ SOLAMENTE OTRO 20 Ó 25% MÁS DE INFLACIÓN Y CERRAREMOS EL AÑO ALREDEDOR DEL 50%. ¡UNA BICOCA! Y EN CUANTO ACELEREN UN POCO LAS COSAS, DEJAREMOS A VENEZUELA EN EL CAMINO COMO SI ESTUVIESEN PARADOS EN ESTA CARRERA DEMENCIAL. ¡QUE MANGA DE BURROS LOGRAMOS ELEGIR. ¿NO?

En un anterior comentario que hice en esta página respecto del artículo, según el cual Kicillof anunciaba a los gobernadores que la caída de la economía iba a impedir que muchos de ellos pudiesen ganar las futuras elecciones, señalé que las crisis tienen 3 etapas: a) efecto dominó; b) efecto cascada y c) caos. Pues bien, a tenor de los argumentos que se citan en este artículo podemos aseverar sin hesitación alguna que, por primera vez en la historia de la crisiología, los tres fenómenos que se derivan de las crisis están operando en forma conjunta y sinérgica. La etapa dominó se está produciendo en forma silenciosa, pero cuando a los importadores se les ordena desde el gobierno que liquiden sus operaciones en el exterior con el dolar bolsa, que está casi al mismo valor del "blue", sencillamente, el efecto cascada actúa conjuntamente con el caos. Veamos algunos números. La presión tributaria global en Argentina asciende aproximadamente al 43%, si a ello, le sumamos que las materias primas que vendrán del exterior para ser incorporadas a las manufacturas que aquí se producen van a registrar un aumento de casi el 80% (por culpa del dolar bolsa), no cabe duda que el precio final de cualquier producto elaborado en nuestro país va a ascender como mínimo entre un 40 y 50%. No olvidemos que, en promedio, nuestros bienes industriales tienen incorporados aproximadamente entre un 30 y 50% de componentes importados, yendo a la cabeza de esta escala la industria automotriz que requiere de un 70% de piezas extranjeras.Entonces, cualquier cálculo que hagamos sobre la futura inflación, el cierre de empresas y pérdidas de empleos se va a convertir en una suerte de "tire y pegue", o sea, que ya hemos abierto la puerta del caos. De allí, se explica el porqué del apuro del Gobierno por sacar rápidamente del Congreso, la nueva ley de abastecimiento. Lo que se viene va a ser un stalinismo, disfrazado de "chavismo", y ya sabemos bien cómo ambos sistemas terminaron. Así que, estimados compatriotas, preparémonos para vivir en un país, que dicho en términos náuticos, se puede comparar con un buque que está escorado, al garete y con la timonera rota. Esperemos que Dios se apiade de nosotros, porque el resto del planeta Tierra no la va a hacer de ninguna manera.