La audiencia celebrada en la Cámara de Apelaciones de Nueva York a pedido del Citigroup finalizó sin definiciones sobre el reclamo que había hecho la entidad para poder pagar títulos de deuda argentinos con legislación local nominados en dólares.

El banco había apelado ante esa instancia el fallo de Thomas Griesa que habilitaba a hacer el desembolso, pero solamente “por única vez”, por lo que los próximos pagos seguirían frenados. De ahí que acudió a los jueces de la Cámara para pedirles que revoca la decisión que dio Griesa en primera instancia y pueda seguir cumpliendo con sus compromisos.

El tribunal estuvo compuesto por los magistrados Daniels Barrington Parker, Reena Raggi y la demócrata Rosemary Pooler, quienes prometieron dar su sentencia 48 horas antes del próximo vencimiento de deuda, fechado para el 30 de septiembre.

La abogada del Citibank, Karen Wagner, le planteó a los magistrados que se enfrenta a “graves sanciones” por parte de Argentina si obedece a Griesa y no cumple con los vencimientos, porque impediría el pago de unos U$S8.400 millones que suman los bonos con legislación local.

La entidad le pidió a la Cámara que revise esa orden de Griesa que la expone, argumentó, a un conflicto con la Argentina porque el país le reclama que cumpla con las condiciones establecidas en el contrato por el que se constituye como agente de pago de los bonos del canje.

En el comienzo de la audiencia, los abogados del Citigroup insistieron en que la posición en la que quedó el banco pone en riesgo sus operaciones en la Argentina. En el escrito que la entidad había presentado ante la Cámara argumentaba que si no cumplía con el contrato el gobierno podía quitarle la licencia para operar en el país o incluso expropiarlo.

“Vamos a obedecer, y si obedecemos, tenemos un arma en la cabeza y seguramente se gatillará”, advirtió Wagner en la audiencia, según reprodujo la agencia Bloomberg. “Le pregunto a esta Corte, ¿qué bien podría hacer eso? No va a cambiar lo que haga la Argentina”, continuó la abogada.

Wagner, dijo que el banco "sin duda" recibirá otra transferencia de dinero de Argentina antes del 30 de septiembre y que la ley criolla obliga a la firma a procesar pagos que actualmente están bloqueados por la sentencia de Griesa.

Lo preocupante fue el tono agresivo que utilizaron los jueces contra los representantes de la Argentina y del Citigroup, de acuerdo a los periodistas que cubrieron la cumbre.

Barrington Parker expresó escepticismo respecto de la postura de Citigroup, al afirmar: "No sé cómo puede argumentar seriamente que los bonos bajo ley argentina no están cubiertos por la orden judicial".

Roy Englert, un abogado que representa a los fondos de inversión que rechazaron las reestructuraciones de deuda de Argentina, argumentó que la orden de Griesa "sin duda" incluye a los bonos de los canjes del 2005 y el 2010, sin distinguir su denominación o la ley bajo la cual fueron emitidos.

Durante la audiencia, la jueza Raggi lanzó duros cuestionamientos sobre la negativa a acatar fallos sobre deuda. La magistrada se mostró interesada en saber qué hará la Argentina si la decisión de la Cámara es desfavorable.

El abogado de la Argentina, Carmine Boccuzzi, le respondió que no estaba seguro de que podría obedecer su resolución.

“¿Por qué deberíamos escucharlo a usted?”, lo cruzó, durísimo, Reena Raggi. “Tu cliente es el que mantiene la pistola sobre la cabeza” del Citibank, senntenció la magistrada.

Tanto el Gobierno como el Citibank buscaron además demostrar que no es posible llevar adelante la orden del 28 de julio dispuesta por el juez, en la que pidió encontrar una manera de distinguir entre los bonos entregados a Repsol como parte del resarcimiento por la expropiación de la compañía petrolera YPF y aquellos reestructurados en moneda extranjera con legislación nacional, ya que esos títulos comparten el mismo número de identificación internacional (ISIN, su sigla en inglés).