A menos de un año de las primarias, Daniel Scioli ya cuenta diputados y senadores nacionales que apuestan por su candidatura presidencial, pero por ahora la mayoría prefiere moverse como miembro raso del Frente para la Victoria.

La única excepción es el canillita Omar Plaini, quien ya blanqueó su afiliación al gobernador tras tomarse una foto con él, luego de votar a favor del cambio de sede para el pago de la deuda.

Plaini se alejó del Frente para la Victoria por la pelea de Moyano con Cristina, por lo que cuenta con la tranquilidad de ser sólo fiel a Scioli.

“Omar quiere una foto conjunta pero los senadores prefieren esperar para no herir susceptibilidades”, confió a LPO un senador que comulga con Scioli.

En diálogo con LPO, el canillita no anduvo con chiquitas. “Son muchos los que están con Daniel en el bloque del FPV. Ya se va a ir viendo”, anticipó.

En Diputados hay quienes creen que el núcleo duro sciolista no ve con buenos ojos que el canillita se arrogue el liderazgo que el gobernador nunca tuvo en la Cámara baja.

Lo cierto es que su voto fue clave el miércoles y lo será esta semana con la ley de abastecimiento. En esa sesión Scioli puede anotarse otro logro, en su lema de continuidad con cambio: si Martín Insaurralde vota a favor, Sergio Massa anunció que ya no lo tendrá en cuenta.

Otro diputado que puede levantar la bandera de Scioli es Alejandro Abraham, cercano al vicegobernador Carlos Ciurca. También Dulce Granados, esposa del ministro de Seguridad de la provincia; y Ramona Puchetta, quien viene votando con el Gobierno y recibe cuantiosas 

El bloque tiene un grupo de referentes del norte del país que participan de actos con Julián Domínguez, también candidato a presidente. La interna llegó al bloque.

El encargado de operar con los legisladores es Eduardo Camaño. Desde su oficina del Banco Provincia, planea expresar en el Congreso el apoyo a Scioli que los gobernadores no pueden gritar a cuatro vientos.

Entre los que ya hicieron público su respaldo a Scioli José Luis Gioja (San Juan) y Maurice Closs (Misiones). Mientras negocian con el gobierno la ley de hidrocarburos le envía señales el neuquino Jorge Sapag (tiene a la diputada Alicia Comelli, no puede ser reelecto y se promociona como ministro de Energía) y el chubutense Martín Buzzi (sólo suma a Mónica Contrera).

En el Senado es donde mejor llegó Camaño, sobre todo porque el primer sciolista es el jefe de bloque Miguel Pichetto, encargado de acercar al espacio a la mayoría de sus dirigidos. Marcelo Guinle (Chubut), Aníbal Fernández (Buenos Aires), Marina Riofrío (San Juan), Rodolfo Bermejo (Mendoza, cercano al Chueco Mazzón), entre otros.

Todos apuestan a Pichetto como compañero de fórmula y aceptan su orden de no mezclar la interna presidencial del FpV con la agenda legislativa, sobre todo luego del fallido intento por forzar una licencia de Amado Boudou. 

Quien blanqueó esa jugada fue la santafesina Roxana Latorre, otra sciolista declarada, también habitué de las oficinas del Banco Provincia.

Enterada, Cristina se la llevó de viaje a Paraguay y ahí supo del tenue armado sciolista en el Congreso. Al menos por sus hechos, no se conoció una propuesta para echarse atrás, pero está claro que tampoco le pasó inadvertido el dato. 

Algunas versiones hablan de que en el vuelo la presidenta le confesó que prefiere un triunfo de Macri que la deje como líder de una línea opositora del peronismo. 

La hipótesis carcome a Pichetto y sus pares sciolistas, quienes por ahora prefieren el perfil bajo. Pero tienen decidido par quien jugar.