Un proyecto de declaración sobre la Comisión Candela presentado por el Frente Renovador volvió a dividir a kirchneristas y sciolistas en el Senado bonaerense. El jefe de la bancada massista, Jorge D’Ondofrio, acordó con Gabriel Mariotto la inclusión sobre tablas de un proyecto que se sabía iba a incomodar al sciolismo: Una solicitud dirigida al Gobernador para que se expida sobre el informe entregado por la Comisión hace dos años sobre el caso de Candela Sol Rodríguez asesinada en 2011 en un caso en el que todavía no hay responsables.
Se sabía que la inclusión del expediente en la sesión iba a disparar polémicas. En principio las chicanas de D’Onofrio hacia el mandatario bonaerense. Luego, la soledad del senador Alberto De Fazio dejaría explícita fragilidad de ‘sciolistas puros’ en la Cámara Alta.
“Lo mas preocupante, lo que más lastima a las instituciones es el ninguneo del Gobernador al informe de la Comisión”, dijo D’Onofrio y agregó que “se puede coincidir o no, pero el silencio lo condena”.
El sciolista De Fazio intentaba defender la postura del Gobernador. "Está probado que fue una venganza al padre de la nena por un robo de 2008. No entiendo cuál es el motivo de este pedido. Las instituciones están en funciones y la justicia esta dando respuestas", respondió. Sabía además que todo el kirchnerismo lo acompañaba.
De Fazio y D’Onofrio se cruzaron fuerte. El sciolista reflotó la denuncia de Scioli sobre un presunto intento desestabilizador por parte del massismo basado en el pedido de seguridad y el regreso de Gendarmería al Conurbano.
“Quieren hacer política con lo más sensible que es la inseguridad. Ellos crean un mensaje equivocado. La justicia siguió trabajando y han sido desestimadas las denuncias en la Justicia Federal contra funcionarios policiales que la Comisión acusó irresponsablemente”, agregó De Fazio.
La Comisión Candela nació a principios de 2012 cuando el Frente Renovador no existía como fuerza política. Eran momentos de extrema tensión entre kirchnerismo y sciolismo y los primeros vieron allí un resquicio donde poder desgastar el gobierno bonaerense.
Su creación fue considerada hacia el interior del sciolismo casi como un intento desestabilizador. El propio De Fazio destacaba hoy en su cuenta de Twitter las tensiones políticas alrededor de la Comisión. “Los que quisieron desestabilizar a Scioli con la Comisión Candela y fracasaron vuelven a insistir”, escribió.
Pero el trabajo de los senadores en la Comisión llevó varios meses y se sabe que en política nada es estático. La posición de Mariotto no era la misma cuando impulsó esa investigación que meses después cuando llegó el momento de presentar el informe final.
Ya por entonces, el vice estaba mucho más cerca de Scioli. El informe fue un texto lavado que no puntualizaba en responsabilidades políticas. Sí cargaba contra La Bonaerense y le sugería al Gobernador que separe de manera inmediata y exonere al jefe de la policía, Hugo Matzkin, y a más de 40 jefes y funcionarios policiales.
El informe no tuvo la repercusión que el ultrakirchnerismo esperaba. Incluso Carola Labrador, la madre de la niña asesinada denunció una serie de irregularidades en el informe final.
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El Senado bonaerense aprobó por unanimidad un proyecto presentado por el Frente Renovador por el que se pide la continuidad en el territorio bonaerense de la Gendarmería. El Frente para la Victoria voto positivamente al igual que todos los bloques del Cuerpo. El proyecto manifiesta la necesidad de continuar con la actividad preventiva contra los delitos urbanos realizados en el marco del Operativo Centinela.
En este sentido cabe la pena resaltar que en el mes de febrero el gobierno nacional, con el visto bueno del Ejecutivo bonaerense, retiro los casi 5 mil gendarmes que desempeñaban tareas de prevención en el conurbano.
En senador massista José Luis Pallares expresó que “demostramos la preocupación que no demuestra el gobierno provincial al aprobar nuestro pedido, que está ratificado con las miles de firmas que hemos juntado en estos días donde todos los bonaerenses nos solicitan el regreso de esta fuerza de seguridad que en la campaña del año pasado Scioli y Granados nos dijeron que venía para quedarse y a los tres meses no quedó ni uno”.