El Gobernador bonaerense archivó, por ahora, la idea de introducir algún retoque en el Impuesto Inmobiliario, de cara a la redacción del presupuesto para el próximo año. El mensaje llegó a través del titular de la Agencia de Recaudación, Iván Budassi: “Scioli me pidió no cambiar la estructura tributaria y no crear nuevos impuestos”.

Esa posibilidad había comenzado a analizarse hace varias semanas en el Ejecutivo con el objetivo de incrementar los recursos bonaerenses en medio de la compleja situación económica. Incluso, desde el ministerio de Economía decidieron mantener silencio ante la afirmación del massista Walter Martello sobre una suba de esa variable impositiva.

La estrategia entonces pasará por ajustar aún más la recaudación. En esa línea, el camino parece ser apostar a la relación entre Budassi y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para lograr acuerdos que permita cruzar las bases de datos de ambos organismos y profundizar aún más el control fiscal sobre los bonaerenses. Budassi conoce la estructura de la AFIP, toda vez que tuvo a su cargo en 2008 la dirección de los Recursos de la Seguridad Social.

Así, sin posibilidad de crédito externo y sin recursos frescos del Gobierno nacional, el Gobernador parece decidido a optimizar la recaudación como forma de afrontar los pagos de fin de año de más de medio millón de empleados públicos.

En declaraciones al programa No Va Más, de radio El Mundo, Budassi explicó que hasta hace poco se recaudaban $50 de 100 que se gastaban. “Ahora -dijo- 63 de 100 pesos que se gastan son recaudados por Arba”.

Budassi evitó establecer cómo se financiará el gobierno de Scioli en los próximos meses y hasta arrojó algunas frases que sembraron dudas: “No esta definido que es lo que se va a hacer con los impuestos, más allá de no tocar nada”, dijo y además recordó que “el Impuesto Inmobiliario Rural hace dos años y medio que no se actualiza y hace dos años que no se actualiza el Inmobiliario Urbano”.

Ante estas dudas, no se descarta que el gobierno avance con algunos artilugios como el fracasado intento de noviembre del año pasado de camuflar una suba del 18% en el Inmobiliario.

Por entonces, desde Arba aseguraban que ese impuesto no sufriría modificaciones “ni en sus bases imponibles, ni en las alícuotas” y agregaban que “sólo se le agregaría una contribución especial del 18%”.

Mientras tanto, como parte de esa estrategia de apuntalar la recaudación, la Agencia notificó a más de 52 mil personas físicas y jurídicas para que regularicen su situación impositiva. Se trata de actores económicos evaden Ingresos Brutos, explicaron desde Arba.

A principios de año, Arba realizó una prueba piloto intimando a 5 mil contribuyentes que no tributaban ese impuesto y como resultado, un 73% de los notificados reconoció la irregularidad y formalizó su situación. De este modo, aseguran que esos 52 mil evasores significarían un ingreso de $190 millones.

Se espera que el 15 de septiembre el gobierno nacional gire el presupuesto al Congreso. Ocurrido esto, en unos 10 días la Provincia enviará el suyo a la Legislatura. La idea, tal cual ocurre todos los años es adecuar los gastos bonaerenses a las pautas que fija la Nación.

Budassi aseguró además que este año la Provincia tuvo que hacer frente a dos gastos extraordinarios que pudo sortear con fondos propios. Uno de ellos fue el aumento otorgado a los docentes que se financió con el Plan de Inclusión Tributaria. El otro fue la compra de 1800 patrulleros adicionales que representaron un gasto de 1000 millones.