El Frente Renovador aseguró en las últimas horas que Daniel Scioli estudia la posibilidad de avanzar con un aumento en el Impuesto Inmobiliario y volvió a instalar la polémica ante la posibilidad de un “retoque” de la Ley Impositiva para que rigiera antes de fin de año.

El ex diputado provincial, Walter Martello, aseguró que la ministra de Economía, Silvina Batakis, dijo en el reciente encuentro del Consejo de las Américas que se viene un aumento programado del Inmobiliario en la Provincia. Voceros de la ministra aseguran que nada de eso se dijo en el foro económico, aunque esquivan decir si se viene un retoque impositivo.

La posibilidad de un aumento del Inmobiliario comenzó a sonar fuerte luego del fallo del juez Thomas Griesa en la causa por los holdouts que echó por tierra toda posibilidad de financiamiento externo para las provincias. Por entonces, el gobierno de Scioli tanteaba negociaciones en Londres y peleaba por un tasa inferior al 12%.

Pocas horas después que fracasaran las negociaciones de Axel Kicillof ante el mediador Daniel Pollack en Nueva York y Argentina entrara en cese de pagos, LPO adelantaba que las autoridades de la Legislatura bonaerense habían comenzado una serie de sondeos a algunos senadores y diputados de la oposición para buscar primeras impresiones ante el inminente ingreso de una reforma de la Ley Impositiva.

Días más tarde, el diario El Día mencionaba ese sondeo informal llevado adelante por el Ejecutivo para verificar si podían conseguir respaldo en un retoque en el Inmobiliario. Según el matutino, la idea fue finalmente descartada: “Mucho costo político para poca plata en juego”, dijeron fuentes que el diario mantuvo en reserva.

Pero ahora, con las afirmaciones Martello, la idea de una suba impositiva vuelve a instalarse. En rigor, no hay otros caminos que tomar en el manejo de las castigadas arcas bonaerenses. Se sabe que sin posibilidad de crédito externo, con transferencias automáticas decrecientes y sin fondos frescos de Nación, la única salida es aumentar la presión tributaria.

Claro, que ejecutarlo significaría un golpe a la imagen presidencial de Scioli y un desgaste en la Legislatura donde el bloque massista llevaría el rechazo al límite de lo impensado.

Jorge Sarghini, diputado provincial del Frente Renovador y ex ministro de Economía bonaerense, asegura que el incremento impositivo de los últimos años llevó a la presión tributaria de la provincia al nivel más alto de la historia. En la actualidad alcanza el 6,9% del Producto Bruto Interno, cuando el promedio para el período 1993/2007 fue del 4,2%.

Sarghini sostiene que el tributo que más impactó en el gobierno de Scioli fue el aplicado sobre los Ingresos Brutos. “Además de ser el más ineficiente, es el más inequitativo porque se traslada al precio final de los bienes y servicios que se consumen”, asegura el jefe del bloque massista en Diputados.

Pero además, aporta otro dato: En sus primeros cuatro años de gestión, Scioli aumentó un 22% la planta de personal (5,2% anual). Es decir, cuatro veces por encima del crecimiento poblacional. “Esto la impuso una enorme rigidez al gasto provincial”, afirma Sarghini.

Mientras tanto, fuentes del gobierno bonaerense desestiman un aumento del Inmobiliario. “Es el más impopular de los impuestos y no impacta demasiado”, dicen. La explicación tiene lógica: Según un informe de la Agencia de Recaudación bonaerense, la recaudación por ese tributo en 2012 fue de $3.436 millones lo que significó un 8% de la recaudación. En tanto, los Ingresos Brutos representaron durante ese ejercicio el 74% del total de impuestos propios (unos $33 millones).

Batakis monitorea con extrema rigurosidad los números de la golpeada economía bonaerense. Se ganó la confianza del Gobernador y a pesar de la crisis, nadie piensa en un cambio en esa área por demás sensible y delicada.

Aún así, la situación es por demás delicada. Desde que la devaluación, la Provincia sumó $1.400 millones de deuda, incrementando su pasivo a $5.400 millones en lo que va del año.

Fuentes del sciolismo sinceran una realidad que se contrapone con el optimismo de Batakis. Afirman que los fondos provinciales permitieron pagar sin inconvenientes el aguinaldo de julio a más de medio millón de empleados públicos, pero la situación hacia diciembre es más compleja.

El gobierno paga más de 7.000 millones de pesos en sueldos a los que deberá sumar en diciembre unos 3.500 millones en calidad de aguinaldo. En principio, los fondos provinciales no alcanzan.