El senador nacional por el FPV, Aníbal Fernández, negó haber sido menemista: “Yo comencé a trabajar con Duhalde en el 89. Quería ser intendente de Quilmes y lo fui. Nunca trabajé con Carlos Menem. Si bien es cierto que lo voté, voté peronistas siempre, toda la vida, aunque después estuve en desacuerdo en muchas decisiones”.

En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad recordó que llegó al kirchnerismo de la mano de Duhalde: “El día que me llama Alberto Fernández y me confirma que el presidente electo me ofrecía ser ministro del Interior, fui a hablarlo con Duhalde y me recibió con un ‘¿Estás contento por lo del Ministerio?’. Lo sabía porque estaba acordado con Kirchner”.

A la vez, aseguró que en 2005 el kirchnerismo estuvo “a punto de acordar” con Duhalde y que él mismo estuvo a cargo de la negociación: “Yo estaba haciendo el acuerdo con José María Díaz Bancalari. El que no quiso acordar fue Duhalde. El que mandó a levantar su gente fue él. Yo siento que he cumplido”.

Acerca del paro del pasado jueves, dijo que el sector de la CGT que lo impulsó no es peronista y apuntó contra Luis Barrionuevo: “Conmigo no tiene nada que ver. Para saber dónde queda el cielo, hay que saber dónde está el infierno: díganme dónde está Barrionuevo así lo esquivo”.

Asimismo, consideró que fue un “paro político” y que "si le garantizaban a la gente que no se interrumpían las vías”, la mayoría no hubiera parado, ya que “el país no tiene razones para parar”. Sobre el reclamo de subir el mínimo no imponible de ganancias, planteó que hacerlo “dejaría en la puerta a muchos que están tratando de ingresar al mercado laboral formal”

El ex intendente de Quilmes afirmó que el fallo del juez Griesa es desproporcionado y que “nunca se vio que, en una causa, los perjudicados sean ajenos al juicio”, en referencia al 92% que aceptó entrar al canje y no pudo cobrar. Además, justificó el cambio de sede de pago porque “el Banco de Nueva York tiene un montón de fallas: si no tiene capacidad de operar en Argentina, no puede cumplir con el contrato”.

Con respecto al caso Boudou, señaló que el vicepresidente tiene derecho a presidir las sesiones del Senado: “Él tiene el derecho de la presunción de inocencia. Yo no tengo que defender a nadie. Él tiene que defenderse solo. Si mañana la cámara le da la razón a Boudou, me gustaría saber quién le va a pedir perdón”.

Por otro lado, ratificó su intención de ser candidato a presidente, pero aclaró que si no llega con una “aceptación lógica”, no será “tan torpe” de presentarse. Además, dijo que su ventaja es que no necesita agraviar para hacer política y mencionó que tiene buena relación con Scioli, Randazzo, Urtubey, Urribarri y Rossi.