La senadora bonaerense Malena Baro presentó un proyecto en la Cámara alta de la Provincia, exigiendo que Daniel Scioli explique por qué en enero, febrero, junio y julio de 2014 no transfirió a los distritos los fondos de “Juegos de azar”, “Fondo de Fortalecimiento para los Recursos Municipales” y “Fondo de inclusión Social”.

La denuncia la afilaron el martes por la noche, en un encuentro en Malvinas Argentinas. El encargado de transmitirlo fue el intendente local, Jesús Cariglino, que le confirmó a este medio que evalúan una presentación legal contra la Gobernación de Daniel Scioli, por la discontinuidad de los fondos de coparticipación que deben recibir los municipios.

Al día siguiente la ministra de Economía bonaerense Silvina Batakis salió a negar un desequilibro en la coparticipación, y atribuyó la acusación a una jugada mediática del massismo.

Pero el problema es real. Los retrasos son más pronunciados en los distritos massistas, con menor daño en distritos amigos e incluso algunos secretarios de Hacienda de intendentes del FPV sostienen no tener inconvenientes con este tema. Varios distritos consultados simplemente no quieren informar de los retrasos.

Baro llevó el reclamo al Senado de la provincia, asegurando que “en base a nuestras proyecciones, en los primeros sietes meses del año el gobierno de Daniel Scioli le adeuda a los municipios un total de 381 millones (de los cuales 202 corresponden a Juegos de Azar), equivalente al 3 por ciento del total de los recursos transferidos”.

Por lo que pudo averiguar LPO, los distritos gobernados por intendentes del Frente Renovador son los más afectados, y la falta de giros se concentran sobre todo en el sector de juegos de azar, donde más retiene la provincia.

San Isidro reconoce un retraso de siete meses; San Miguel tiene dos meses de demora; San Martín también registra atrasos, mientras que Malvinas Argentinas incluso le reclama a la Provincia una deuda millonaria que viene litigando desde la separación del partido.

En cambio, fuentes de Morón aseguraron que están recibiendo la coparticipación “en tiempo y forma”. En Quilmes también manifestaron no tener problemas, “aunque a veces hay demoras pero dentro de la normalidad burocrática”.

Todos acuerdan en señalar que los giros son discontinuados, con saltos en el medio, y en algunos casos son cubiertos por fondos municipales.

Pero con todo, lo más retrasado son las obras públicas que debe la provincia, sobre todo lo que refiere a la infraestructura social. Pequeñas obras en escuelas, jardines de infantes, comedores, el dragado de canales, el arreglo de las rutas, son temas que más mencionan las fuentes consultadas.

“Claramente la provincia intenta financiar su rojo fiscal con los municipios y sigue sin dar señales concretas acordes a un modelo de gestión sólido y sustentable”, sostuvo Baro.