En enero de 1965 Cavallo dispuso la dolarización de los encajes bancarios. El volumen de la masa monetaria circulante se redujo dramáticamente, desaparecieron bancos y financieras, como cataratas se cerraron cuentas corrientes bancarias, se cortó drásticamente la cadena de pagos, se cerraron las pocas fábricas nacionales que sobrevivieron a Martinez de Hoz, y colocó a las economías regionales en constante estado de agonía.Tronchó definitivamente en aquella época el futuro de millones de jóvenes argentinos y que, pasmados, lo ven hablando graciosamente a la gente como si fuera un ángel redentor. Ahora también nos desayunamos que Blejer y González Fraga son sus devotos. ¡Ay, Patria mía! (M. Belgrano)

Patética actitud, pero bué.... solo hay que el aspecto físico del agresor para darse cuenta de quien lo envía....