El rionegrino Alberto Weretilneck, se convirtió en el primer el primer gobernador en saltar al Frente Renovador de Sergio Massa.

Weretilneck confirmó su pase, que estaba al caer, en una entrevista con La Nación, en la que dijo que "Massa es la persona que el país necesita" y aseguró que el ex intendente de Tigre será el futuro presidente.

El salto del rionegrino ya era considerado un hecho por el propio Massa, que hace tres semanas fue a Neuquén y se encargó de respaldar a Weretilneck de los ataques de “la vieja política”, en relación al senador rionegrino Miguel Ángel Pichetto, aliado de Daniel Scioli.

El vínculo entre el tigrense y el mandatario rionegrino se habría sellado en un encuentro en principio secreto en mayo que no tardó en salir a la luz. El anfitrión habría sido nada menos que el empresario Carlos Bulgheroni, el hombre más rico del país.

Desde ese polémico cumpleaños, la relación del gobernador rionegrino con el peronismo en su provincia fue todo cuesta abajo. La alianza que mantenía el poder se quebró definitivamente. El diputado Martín Soria se pegó a Pichetto y Weretilneck quedó aislado con remanentes del Frente Grande.

En el medio de esa pulseada quedó la renegociación de un contrato con Petrobras que debe aprobar la Legislatura. Sin el peronismo, el gobernador no tiene los votos para avanzar en esa prórroga, por eso, como reveló LPO, ideó una alianza con sectores de la UCR y monobloques para barrer de la presidencia de la Legislatura al pichettista Ariel Rivero y nombrar vicegobernador a Pedro Pesatti, lo que lo habilitaría a aprobar la renegociación con Petrobras.

El contrato con la petrolera brasileña es hoy por hoy el tema dominante de la política rionegrina, incluso por encima de las idas y vueltas de cara a 2015. Peleado con la Rosada -que no le refinanció la deuda-, Weretilneck necesita aprobar ese acuerdo para hacerse de fondos que le permitan llegar al fin de su mandato, pero el pichettismo lo bloqueo. Apenas concrete la firma, Petrobras desembolsaría casi 93 millones de dólares.

Cuando logre correr a Rivero, el gobernador tendrá el control de la Legislatura para agilizar el trámite del contrato con Petrobras. La movida es clave además porque habría igualdad de votos y Pesatti la definiría a favor del oficialismo. Por ahora, el sector de Pichetto resiste y logró demorar el tratamiento del proyecto de Weretilneck para designar a Pesatti.