La crisis del sector automotriz sigue golpeando a los trabajadores con nuevas suspensiones y despidos. Esta vez, la autopartista Paraná Metal anunció que unos 150 empleados serán suspendidos por tres semanas, mientras que Honda despidió a nueve trabajadores.

Paraná Metal, perteneciente al grupo Indalo de Cristóbal López, confirmó a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que suspenderá la producción desde el próximo lunes por 21 días debido a la caída de las ventas.

"Nos han informado que la planta frenará su producción desde el 18 del corriente mes hasta el próximo 9 de setiembre", adelantó hoy Héctor Ibarra, titular de la UOM de la localidad santafesina de Villa Constitución, donde se encuentra la fábrica. En esa ciudad, también Acindar paralizó la producción por diez días.

Durante ese período, agregó Ibarra, "de los 152 operarios quedarán sólo tres afectados al mantenimiento" de la planta, mientras "el personal suspendido cobrará el 75 por ciento del sueldo de bolsillo", puntualizó.

El dirigente gremial advirtió que, "si bien en esta empresa no se habla de pérdida de empleo, en los talleres y empresas contratistas sí". "Además, en el complejo industrial (de Villa Constitución) están aprovechando la situación para hacer las reestructuraciones internas", sostuvo respecto de los problemas de empleo que afronta el sector en esa zona.

"Nosotros trataremos de mantener reuniones con funcionarios del Ministerio de Industria (de la Nación), para tratar de paliar esta situación", aseguró. En ese sentido, destacó que "lo de Paraná Metal puede ser que sea bastante complicado, porque hace mucho que viene a los tumbos".

Por otro lado, trabajadores de la planta Honda de Florencio Varela denunciaron que la empresa japonesa despidió a nueve empleados a principios de mes. Los despedidos dijeron que se trata de un proceso de recortes que comenzó en junio con 20 días de paralización de actividades y suspensión de todo el personal.

Los despedidos dijeron que tras esas suspensiones, la firma comenzó un proceso de despidos hormiga de entre uno y dos empleados por semana, el cual culminó con los nueve de principios de mes. En total, en el año serían más de 20 los despedidos.

Según el portal Info Gremiales, los cesanteados denunciaron que fueron “marcados” por el gremio SMATA. “Si bien no somos delegados ni participamos mucho, somos los únicos que opinamos distinto y lo decimos”, dijo uno de los despedidos. Es por esta razón que ayer trabajadores de distintos sectores se movilizaron a la planta para reclamar la reincorporación.

En tanto, el director general de la autopartista Lear, Antonio Marín, sostuvo hoy que el próximo martes retomaría la actividad la planta de la localidad de General Pacheco afectada por protestas contra unos 60 despidos, aunque advirtió que, por este conflicto, "están en juego 525 puestos de trabajo".

Marín denunció que "nos vimos obligados a suspender las tareas después de los hechos ocurridos el martes 29 de julio: 18 trabajadores nuestros fueron violentamente agredidos" por manifestantes, algunos de ellos enrolados en partidos de izquierda, que reclamaban la incorporación de los despedidos.

El 28 de mayo último, Lear suspendió por tiempo indeterminado a 330 trabajadores, tras lo cual decenas de esos operarios recibieron telegramas de despido, lo que derivó en cortes de la Panamericana, algunos de los cuales fueron reprimidos por fuerzas de seguridad.