“Tener hoy un dólar en $ 8,30 nos representa lo mismo que los $ 6 que valía en enero pasado”. Esta afirmación le pertenece a un importante dirigente rural que conversó con La Política Online y que prefirió no revelar su nombre para evitar represalias oficiales.

Pero lo importante no es la identidad del dirigente, sino, quizás, que éste pensamiento se está replicando día a día entre los productores agropecuarios a medida que aumentan los costos productivos por la ya incontenible inflación que vive el país.

Y esta situación representa un serio problema para el Gobierno nacional. Es que, justamente, en enero pasado el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, devaluó más de un 20% el peso para que el campo recupere competitividad.

Pero en los meses siguientes, el ministro de Economía, Axel Kicillof, no hizo los deberes correspondientes para frenar la inflación que algunos estiman que rondará el 40 por ciento durante el presente año 2014 (el índice más alto en la historia del kirchnerismo).

Ahora bien, en el actual contexto de incertidumbre económica, lo cierto es que el atraso cambiario que se percibe en el agro ya ni siquiera sirve para incentivar las ventas de camionetas, maquinaria agrícola e insumos dolarizados.

“Teniendo en cuenta la base monetaria y las reservas, el dólar convertibilidad se ubica hoy en $ 12,82 debido a la gran absorción de pesos que viene realizando el Banco Central”, explicó a LPO el consultor económico, Salvador Di Stefano.

“Hay una clara tendencia a que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo (que se ubica en torno al 60 por ciento) siga creciendo; de hecho la previsión del blue (que ayer cerró en $ 12,95) no la hago pública porque causo mucha irritación”, advirtió Di Stefano.

En este escenario, la caída de precios internacionales, las restricciones crediticias por el default, las retenciones y los problemas logísticos ocasionados por el pésimo estado de los caminos rurales complican aún más el panorama de cara a la campaña 2014/15.

“Los precios de la soja y el maíz en el Mercado de Chicago no son malos; pero en la Argentina son horribles por las altas retenciones del 35 y del 20 por ciento, respectivamente”, señaló el analista de mercados, Enrique Erize.

De hecho, en el sector se está hablando de que podría registrarse una importante caída en el área de siembra de maíz 2014/15 porque directamente “los números no cierran” para sembrar el cultivo en campo alquilado (la mayor parte se produce en tierras arrendadas).

Y con la soja, por primera vez en muchos años se menciona la posibilidad de que disminuya la siembra (que éste año superó las 20 millones de hectáreas) dado que, en este caso, se necesitan rendimientos muy buenos para que el negocio sea rentable.