Los diputados de todos los bloques avanzaron en un proyecto para regular la protesta callejera que seguirán estudiando sus asesores.,

Fue la propuesta que hizo en la Comisión de Asuntos Constitucionales su titular Diana Conti, adelantada por LPO. Pero ni aún así pudo prevalecer la armonía: la diputada se trenzó bien duro con la izquierda, el único sector que adelantó su rechazo al proyecto.

“No nos pudra el debate. Respetamos su anarquía. Pero no nombre a ningún funcionario de mi gobierno porque le saco la palabra”, le gritó Conti a Nicolás del Caño, el diputado del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS).

Sin levantar la voz, Del Caño había señalado que sus diferencias “no son sutiles. Nosotros estamos en contra de la criminalización de la protesta social. Además: ¿Quién define que una protesta es pacífica? ¿Berni?”, había desafiado Del Caño.

La bronca de Conti era porque su borrador incluye una amnistía a los procesados por participar de protestas, a partir de un pedido de la izquierda. “¡Siempre lo mismo! ¡Son funcionales a la derecha recalcitrante!”, lo acusaba.

La secuencia de gritos siguió e interrumpió lo que venía siendo un debate en buenos términos. “¡No le pueden coartar la palabra porque piensan distinto! ¡Es diputado como ustedes!”, se quejaba desde un rincón Pablo López, el otro diputado del FIT.

Kunkel volvió a sacarse. “Yo peleaba con la dictadura cuando ustedes estaban por ahí. Cobran en la misma ventanilla que la derecha”, los atacó.

Conti había expuesto su borrador y propuso buscar coincidencias entre los asesores. La decisión del Gobierno, en este caso, es no imponer la mayoría.

Como acostumbra, Elisa Carrió se apareció para contar su dictamen e irse. “Creo que la salida es formar mediadores y prevenir. A veces la gente sólo quiere ser escuchada”.

“¿Ya presentaste dictamen o vas a discutir en asesores?” la interrogó Conti. “Después, estuve ocupada peleándome con Pino”, bromeó la chaqueña.

Una nota de color la dio el PRO, con dos diputados opinando lo contrario: Pablo Tonelli en contra del borrador, sobre todo del protocolo restrictivo para la policía; y Federico Sturzenegger con objeciones mínimas, como su idea del que mediador actúe antes para prevenir.

En la UCR tampoco hubo posturas claras. Julio Cano cuestionó la amnistía y Ricardo Alfonsín pidió aclarar si al definir una propuesta como pacífica porque no afecta los servicios públicos no se estaba hablando de una huelga. “No específicamente, puede ser que se tome una escuela, por ejemplo”, respondió Conti.

En el kirchnerismo también hubo debate. Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, no estaba conforme con la definición de “protesta pacífica” que señala el proyecto. “No sé qué puede pasar en manos de un juez”, alertó.

También se opuso a la obligación de cortar sólo un carril de las avenidas. “Si el corte es en San Telmo, no hay dos carriles”, evaluó.

Otro momento de tensión llegó cuando el massista Oscar “Cachi” Gutiérrez recordó que el artículo 194 del Código Penal que pena la protesta social permanece en el borrador de la reforma de ese código que circuló desde el Gobierno.

“No es un proyecto de ley. No repitas lo que dice tu jefe”, lo espetó Kunkel. Cachi se tentó de risa. La única postura clara del Frente Renovador, al menos por ahora, es oponerse a la amnistía.