El ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria por 15 días en el conflicto con la multinacional norteamericana Donnelley. La decisión se tomó luego de una extensa reunión entre las autoridades de esa cartera y representantes de la empresa.
Mañana la gráfica deberá abrir sus puertas, toda vez que la conciliación retrotrae el conflicto a una instancia inicial. Ahora la empresa debe retrotraer los despidos, volver a trabajar, y sentarse a negociar por un plazo que como máximo podrá ser de 20 días hábiles. En tanto, el miércoles habrá una nueva audiencia.
Según trascendió fue una negociación muy compleja y el gobierno bonaerense monitoreará en las próximas horas que se cumpla la conciliación que en principio se pautó por 15 días, aunque se pueden ampliar a 20. Fuentes del gobierno no manifestaron optimismo. Las autoridades de Trabajo propusieron al representante de la firma dictar la conciliación voluntaria, pero tras el rechazo decidió hacer obligatorio su acatamiento.
Los más de 400 trabajadores de la multinacional se enteraron esta mañana que la fábrica cerraba sus puertas. En la puerta de la fábrica, en Escobar, había un cartel que comunicaba el cierre. Los primeros en enterarse fueron los del primer turno, que tenían que entrar cerca de las 6 de la mañana.
"Lamentamos profundamente tener que comunicarle que, afrontados a una crisis insuperable y habiendo considerado todas las alternativas viables, estamos cerrando nuestras operaciones en Argentina y solicitando la quiebra de la empresa, luego de 22 años de actividad en el país", decía el texto.
Inmediatamente comenzaron una asamblea con los empleados presentes para decidir los pasos a seguir. Pasadas las 9 iniciaron un corte en Colectora a la altura del kilómetro 36,7 del ramal Escobar en la autopista Panamericana.
Jorge Medina, uno de los delegados de la fábrica dijo que el cierre es "absolutamente ilegal, ya que presentaron un pedido de quiebra que aún no fue otorgada por la justicia. Además del corte, tomaremos medidas para resguardar la fábrica y sus bienes, impedir su vaciamiento ilegal y defender sus más de cuatrocientos puestos de trabajo".
"Son los buitres de adentro"
La situación de la empresa ya había sido abordada por el ministerio de Trabajo nacional aunque luego se declaró incompetente. Por eso, desde La Cámpora acusaron a la imprenta de "plantear la quiebra" de la empresa "para condicionar al Gobierno nacional y hacer ver que hay un problema económico".
Así lo indicó el diputado provincial, Miguel Funes, quien aseguró que “hicimos una visita hace dos meses con otros legisladores porque la empresa había presentado un preventivo de crisis -un procedimiento administrativo de la patronal- en el Ministerio de Trabajo nacional, en el que plantearon que habría una reestructuración en la planta”, relató.
Explicó que “los argumentos son falaces porque hablan de vaivenes económicos y, en realidad producen, fabrican y distribuyen las revistas más importantes de la Argentina como Para Ti, Paparazzi y Billiken, entre otras”.
“Nuestro análisis es político: hay sectores del empresariado que quieren condicionar al Gobierno nacional para hacer ver que hay un problema económico. Son los buitres de adentro, aunque son una multinacional”, manifestó.
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